Tarazona

Ruta de la Cultura Mudéjar en Tarazona

Sumérgete en una experiencia memorable donde el mudéjar te ilumina.

Tarazona Monumental Ruta Mudejar Torre Magdalena
photo_camera Esta ruta está disponible para grupos bajo demanda a lo largo del año

En el año 714, los musulmanes llegaron a Tarazona y se hicieron con el poder. Se asentaron en el actual barrio del Cinto y allí construyeron la zuda —una fortaleza que actualmente es el Palacio Episcopal—, que sirvió como residencia del gobernador musulmán. Este edificio formaba parte de la muralla que rodeaba la ciudad, la cual contaba con torreones, puertas y foso —una parte aún se mantiene en pie—. Dentro de la medina (ciudad), en la actual plaza de la Cárcel Vieja, se encontraban el zoco (mercado) y la mezquita.

En el año 1119 el rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, reconquista la ciudad y el poder vuelve a los cristianos. Se quedan con la zuda, que pasa a ser castillo, convierten la mezquita en la iglesia de Santa María Magdalena y, junto al Obispo Miguel, comienza a plantearse la construcción de la catedral de Santa María de la Huerta. Los musulmanes que se quedaron a vivir bajo dominio cristiano pasaron a llamarse mudéjares.

El mudéjar de Aragón fue declarado en 2001 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por ser la única manifestación artística surgida como ejemplo de convivencia entre diferentes culturas en un mismo lugar. La palabra «mudéjar» —del árabe muday- yan— significa «aquel a quien le es permitido quedarse» y alude a la realidad andalusí en los reinos hispánicos. El término «arte mudéjar» hace referencia a las manifestaciones artísticas surgidas del mestizaje entre los estilos cristiano e islámico. 

Cuando el mudéjar fluye 

Tarazona, ciudad mudéjar es conocida por el cimborrio de la Catedral y la esbelta torre de Santa María Magdalena que preside su skyline. Pero cuenta con un legado mudéjar mucho mayor, sobresaliente y único en la región, donde encontramos monumentos tan singulares como la Mezquita de Tórtoles. El agua favoreció el asentamiento en estas tierras, impulsó la convivencia entre las Tres Culturas y sirvió a los mudéjares para modelar el territorio. Les permitió regar las tierras, dar forma a la arcilla y al yeso, así como hacer de Tarazona una ciudad mudéjar con cielos de madera y una hermosa historia de tolerancia. 

A la luz del mudéjar 

La Ruta de la Cultura Mudéjar no es un mero recorrido por los monumentos y el arte mudéjar. Nos sumerge en la ciudad medieval y los arrabales para descifrar el urbanismo, la historia, la organización social, el conocimiento, los avances técnicos, las aportaciones culturales... el ser y sentir de las personas de ese tiempo. También nos descubre cómo la Tarazona mudéjar pervive en la ciudad renacentista, barroca, contemporánea y actual. Y mantiene el carácter inspirador y deslumbrante de las celosías del claustro de la Catedral de Santa María de la Huerta. A través de ellas, los rayos del sol producen fascinantes juegos de luces y sombras hasta tapizar el suelo con una alfombra de paños infinitos que sintetizan el trabajo y el sentir mudéjares. Su luz permanece en cada rincón de la ciudad, conforma su identidad e ilumina a quien la visita.

Esta ruta está disponible para grupos bajo demanda a lo largo del año. Más información y reservas en la web de Fundación Tarazona Monumental y en los teléfonos 976 641 789 y 976 642 643.