La Fundación María Forcada ha traído hasta la Casa del Almirante 60 obras de uno de los autores navarros más reconocidos: Pedro Salaberri.
Desde el pasado 28 de octubre y hasta el próximo 9 de enero puede visitarse los cuadros que este pamplonés ha ido plasmando a lo largo de 20 años de trabajo traducidos en paisajes, arquitecturas y retratos. Esta última una faceta más desconocida en él. “De unos años a esta parte pinto retratos pero solo pinto mujeres”, confesó.
Para Salaberri, “cada día es el primero” e inventa y crea cada día en la pintura. ”Al acabar el día, tiro los colores y mezclas que me han sobrado en la paleta. No quiero recordar”, explicó. Más que el paso del tiempo, la fugacidad del paso del hombre frente al poder y a la estabilidad de la naturaleza o los edificios, es la clave de su pintura.
El pintor recordó la última vez que expuso en la capital de la Ribera allá por el año 1988 y también sus visitas a Tudela en las que descubrió las Bardenas y su luz que cambiaba los paisajes a lo largo del día.