Ante la llegada de su jubilación, Raúl Tejada quiso regalar el legado de sus 37 años de enseñanza a los alfareños. Y lo hizo reuniendo en un mismo lugar, en el laboratorio del instituto alfareño Gonzalo de Berceo, todos los aparatos, instrumentos, utensilios y prácticas que sus diversos profesores de Ciencias han ido utilizando desde el inicio de sus clases, en 1953. Ese lugar se convirtió en el Museo de Física y Química en enero del 2015.
Y ese lugar cambiaba de nombre la pasada semana. Como reconocimiento y agradecimiento a esa labor educativa y a la pasión por guardar y difundir ese legado, el instituto y la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja acordaron ponerle su nombre, rebautizándolo como Museo Laboratorio Raúl Tejada.
“Este es mi granito de arena para que la cultura científica esté presente entre la gente”, sonrió Tejada ante los muchos amigos, familiares y representantes de asociaciones y colectivos presentes en el acto junto a autoridades municipales y regionales.
Durante estos algo más de dos años de apertura al público, han pasado por la sala museística más de mil personas desde los 4 años hasta mayores, pasando por los usuarios del centro de día y, por supuesto, estudiantes del instituto y de centros riojanos y navarros. “Ver sus miradas de asombro es la mejor recompensa”, confesó Tejada, que explica con pasión a todos los visitantes los usos de cada aparato, los objetivos de cada ensayo… Y sigue haciéndolo, quedando a disposición de todo el que quiera visitarlo.
“Este museo es un lujo que tenemos que cuidar y valorar para que perviva, pues importante poner en común lo que tenemos, recuperar materiales que benefician a todos y despertar nuevas vocaciones y la cultura del esfuerzo”, comprometió el consejero de Educación, Alberto Galiana.
