Seguimos en tiempos convulsos en los que las certezas escasean y las incertidumbres se multiplican. Tiempos de cambio que auguran nuevas formas de hacer, de sentir y pensar el arte y la cultura.
En este contexto, la Asociación Cultural Encinart comunicó el pasado 1 de enero, con enorme pesar por una parte, pero con satisfacción por lo vivido y logrado por otra, que el modelo de Encinart, como ha sido concebido durante doce ediciones, ha tocado a su fin. Quienes a lo largo de estos años se han hecho cargo de la organización del festival son conscientes del gran éxito que ha alcanzado, del elevado grado de satisfacción de pequeños y mayores. También del beneficio que supone tanto para Enciso y su idiosincrasia como para la cohesión del propio valle del Cidacos y, sobre todo, de todo aquello que Encinart ha aportado individual y colectivamente. “De lo que realmente tenemos plena consciencia es del inmenso grado de compromiso y dedicación de quienes habéis colaborado activamente para escribir, desde la primera línea hasta este punto y aparte, la historia de Encinart: colaboradoras y colaboradores, patrocinadores e instituciones, especialmente, el Ayuntamiento de Enciso con su apoyo incondicional”, indicaron desde la organización.
“Sin embargo, debemos admitir que, cada año, el modelo propuesto de festival supone un desgaste físico y emocional más elevado que lo hacen inviable. Es más, a pesar del recorrido de Encinart, resulta extremadamente costoso obtener la fidelidad de patrocinio económico requerido por un festival de esta envergadura, empezando por la inestabilidad a la que se ve sometido, hasta última hora, por los devenires de la administración regional. Son estos motivos de relevancia los que nos obligan a tomar esta decisión de la que os queremos hacer partícipes”, lamentaron.
“Esta comunicación no supone una despedida, solamente el compromiso de que, durante los próximos meses, trabajará en la definición de un nuevo modelo de asociación, de organización de actividades y de gestión del conocimiento, que permitan seguir acercando la cultura, la colaboración y el emprendimiento social a nuestro entorno, pero de una manera acorde a las disponibilidades y, sobre todo, compatible con el ámbito personal” concluyeron bajo el grito “¡Larga vida al mundo rural!”.
