Esta mañana Alfaro ha despertado a bocinazos. Y es que desde bien temprano se ha empezado a colapsar el único acceso habilitado durante esta semana de confinamiento. A medida que pasaban los minutos las colas han ido creciendo y, a su vez, los conductores han empezado a impacientarse. Unos comentaban que llevaban esperando un cuarto de hora, mientras que otros, contaban que bastantes minutos más. Son muchos los alfareños que, cada mañana, salen del municipio para ir a trabajar a otras localidades, por lo que la existencia de un sólo acceso se ha convertido en un cuello de botella que ha congestionado durante varios kilómetros tanto la avenida de Zaragoza como la avenida Burgo Viejo (LR-288).
Así que a eso de las 8 de la mañana, los agentes de Guardia Civil que estaban regulando el acceso a la localidad comprobando los respectivos justificantes que portaban los conductores, han tenido que levantar el control y dejar paso a los cientos de vehículos que colapsaban las calles alfareñas.
