Tudela

Horno Coscolín, un icono de la historia de Tudela

Situado en la parte vieja de la capital de la Ribera, tiene más de 500 años de historia.
Virginia Coscolín Jiménez
photo_camera Virginia Coscolín Jiménez está al frente de Horno Coscolín

Seguro que muchos tudelanos conocen el Horno Coscolín pero otros no saben nada acerca de él. Es probable que hayan probado sus sabrosos asados mientras que otros no lo habrán hecho todavía. Sin embargo, todo el mundo tiene curiosidad acerca de este edificio histórico y su localización. Situado en la parte vieja de Tudela, el Horno Coscolín tiene más de 500 años de historia. A pesar de su edad, está realmente bien conservado ya que está fabricado de piedra refractoria la cual tiene que permanecer caliente para evitar que se caiga.

Horno Coscolín

Anecdóticamente, en este horno de leña no se sabe qué temperatura puede alcanzar debido a que no tiene termómetro. Esto es por lo que hace más complicado manejarlo. En cualquier caso su más notable peculiaridad es su tamaño: 5 metros de diámetro. ¿Podéis imaginar lo que supone calentar un horno tan grande? De hecho, no mantiene la misma temperatura en todo el horno. Es por su tamaño lo que le hace único entre los pocos hornos de leña antiguos que existen en España. Él es parte de la casa de la calle San Antón 14 y la mantiene caliente, especialmente el suelo que está encima de él.

Entrada horno Coscolín

La historia detrás del horno

Y, ¿cuál es la historia que hay detrás del horno? Virginia Coscolín Jiménez cuenta que su abuela heredó el horno de sus hermanos. “El destino quiso que ellos no tuvieran hijos y se lo dejaran a ella. Mi abuela sólo tuvo un hijo, mi padre. Como resultado, él fue el afortunado que recibió este tesoro”, relata Virginia. Sus padres, José Miguel Coscolín y Josefina Jiménez llevaron el horno durante muchísimos años; asaban todo tipo de carne y han horneado kilos y kilos de pan y pastas. El horno estaba siempre lleno de gente; era costumbre que las mujeres prepararan sus masas y los Coscolín les horneaban las pastas en su horno. Se creaba un gran ambiente alrededor de todo el proceso.

Foto antigua madre Horno Coscolín
Josefina Jiménez trabajó incansablemente en el horno

“Después mi padre murió y mi madre y nosotros, sus hijos, colaboramos juntos para mantener el horno en funcionamiento. Mi madre se retiró ya hace algunos años y yo me puse al frente para continuar la tradición”, comenta la actual propietaria. “Ahora, nosotros somos una nueva generación, lo que implica un nuevo comienzo con nuevos desafíos para adaptarnos a los nuevos tiempos”, añade.

Foto antigua padre Horno Coscolín
José Miguel y el gigantesco horno Coscolín

En la actualidad se están ejecutando algunas reformas para ofrecer un mejor servicio, así como, recuperar las recetas tradicionales que permitan a los clientes saborear de nuevo aquellos maravillosos cafareles, mantecados o españoletas que hicieron los padres de Virginia durante tantos años.

“Indudablemente, todos mis recuerdos están unidos a este horno y ha jugado un papel muy importante en nuestras vidas; nos ha visto crecer y ha sido testigo de todo tipo de experiencias y anécdotas. Ahora es momento de construir otras nuevas conservándolo durante otros 500 años más”, remarca Virginia, a la vez que invita a visitar el horno a todos los tudelanos y riberos.

Más información y pedidos en el 675 261 943 y en sus perfiles de Facebook e Instagram.

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