Félix Bariáin, presidente de la Unión de Ganaderos y Agricultores de Navarra (UAGN), ha calificado hoy la situación de los campos de la Ribera de “desastre” debido a las inundaciones y ha denunciado que se está viendo una “nueva muestra de dejadez y desidia”. Bariáin ha apuntado directamente a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que a su juicio “no ha actuado cuando debía haberlo hecho”.
“El río alberga mucho menos caudal que hace unas décadas y eso es porque el su cauce no se limpia. Hemos vivido dos veranos muy secos donde se podrían haber llevado camiones al río para quitar la vegetación seca, no se ha hecho y por eso hay que pedir responsabilidades al máximo nivel”, ha asegurado.
El presidente del sindicato agrario ha señalado que “no van a permitir” que se pasen la pelota entre el Ministerio, el Departamento de Desarrollo Rural y la CHE. “No se hace absolutamente nada y como organización no vamos a parar y pediremos responsabilidades al máximo nivel”, ha anunciado.
Además, Bariáin ha confesado que “hace un mes” invitó a la consejera de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra a que “viese de cerca cualquier puente de la comunidad foral lleno de vegetación seca”. “Hablamos de árboles inmensos que taponan el lecho del río y hacen efecto rebote para que el agua saga a las fincas de los agricultores”, ha denunciado.
Por otro lado, Bariáin ha lamentado que se creen “mesas y foros que son absolutamente inútiles” y cuyo único resultado es “dar patadas hacia adelante”.
"Nuestras fincas tienen un precio"
“Hay que crear zonas de inundabilidad y nosotros somos los primeros que no queremos que se den daños en poblaciones. Pero si ponemos nuestras fincas en manos de la CHE para que se embalse agua eso tiene un precio, porque nuestras fincas se deprecian y hay que pagar todos los cultivos que se quedan debajo del agua”, ha recalcado.
“Sobre esas premisas nosotros estamos dispuestos a llegar a un acuerdo, pero, como digo, eso vale dinero”, ha sentenciado.
Asimismo, el presidente de UAGN ha realizado un llamamiento a las organizaciones medioambientalistas que “luchan y pelean por el cauce del río”, preguntándoles “si los daños que se dan con estas inundaciones no son medioambientales”. “Yo diría que sí lo son y que, además, esto da de comer no solo a los agricultores sino también a la población en general”, ha añadido.
Sobre las consecuencias que estas inundaciones puedan tener para los agricultores, Bariáin ha señalado que “muy probablemente” serán “iguales que las de 2015”.
“No ha llegado el pico de la crecida del todo y vamos a espera a ver que aparece debajo de toda esta agua dentro de unos días, pero la gente vive una sensación de rabia, indignación, impotencia y búsqueda de explicaciones sobre por qué con menos caudal el desastre es mayor”, ha afirmado.
