Las de este año van a ser sus primeras fiestas al frente del Ayuntamiento de Tarazona y Luis Mª Beamonte está dispuesto a conjugar sus obligaciones como primer edil y como turisasonense apasionado de sus fiestas. Para este popular y anterior edil de la oposición, el Cipotegato y la feria taurina son dos de los actos más destacados de las fiestas de San Atilano.
-¿Cómo se presentan las fiestas?
Las fiestas son las habituales. Es una actuación que queda heredada del mandato anterior y no nos ha permitido efectuar muchos cambios. En cualquier caso, de lo que se trata es de que sean días de convivencia, de distensión y de encuentro de las gentes en la calle. La definición de lo que tengan que ser unas fiestas está en función del ánimo y de la voluntad de los ciudadanos.
-¿Y cómo las va a vivir usted desde su nuevo cargo como alcalde?
Sin ninguna duda serán excepcionalmente singulares. Pero también espero disfrutarlas desde la tranquilidad y responsabilidad que implica la alcaldía. Tampoco con un ánimo exarcebado. Soy consciente de lo que me toca asumir, de lo que son las fiestas y de lo que representan.
-Y hasta ahora, ¿cómo era su día a día festivo?
Hasta ahora he formado parte de un ritual muy habitual y he asumido los compromisos que marcaba la propia condición de partícipe en la corporación municipal. Ahora el escenario cambia y tengo un papel diferente, pero no por ello me perturba. Asumo lo que me toca y seguro que me queda tiempo para disfrutar con la familia y los amigos.
-¿Qué acto destaca de las fiestas?
El día 27, a las doce, cuando sale el Cipotegato es, sin lugar a dudas, el acto con más pasión de las fiestas. Se hace con una figura tan emblemática y singular que marca un hecho de distinción, un momento singular y, a partir de él todo es encuentro, convivencia... El resto de actos también tienen su momento y, entre estos, yo destacaría los toros.
-¿Qué tienen las fiestas de Tarazona que movilizan a tanta gente?
Las fiestas de una ciudad son lo más importante desde un punto de vista lúdico que mueve a los ciudadanos de un entorno. En el caso de Tarazona, como en el de Tudela, implica que los vecinos que viven alrededor de los diferentes municipios se movilicen y junten. Lo que caracteriza a las fiestas de Tarazona es que es el lugar de encuentro de toda una comarca. Sería difícil interpretar las fiestas de Tarazona sin la compañía de los vecinos de la Ribera y del campo de Borja.
-¿Qué mensaje lanza a los vecinos para que disfruten de estos días?
Los que han estado en alguna ocasión ya tienen la justificación de por qué han de volver. Tienen la experiencia y vivencia, por lo que mi explicación sería insuficiente. Y a los que no las conocen les invito a que vengan y saquen sus propias conclusiones. Al final, podrán observar que valió la pena venir, porque esto es algo más que una fiesta, es conocer una ciudad con un patrimonio cultural impresionante, con una calidad en servicios a la altura de las circunstancias y estar con gente que merece la pena.
-Dejando las fiestas a un lado, ¿cómo han transcurrido los primeros meses de mandato?
Han sido unos meses no solamente de toma de contacto, sino de poner en marcha los mecanismos para que los proyectos a los que nos comprometimos salgan adelante.
-¿Cuáles son sus objetivos para esta legislatura?
Hemos hecho un programa y un compromiso de gobierno que pivota en las políticas de empleo y los servicios básicos. Esto pasa por la generación de empleo, la puesta en marcha de un nuevo polígono industrial, la mejora de las comunicaciones desde el punto de vista interno, la revisión de nuestro plan general y la mejora de servicios básicos, entre otros. Pero nuestro objetivo pasa, sobretodo, por un convecimiento de que en Tarazona podemos ir a más. Es necesario y posible crecer conómicamente, lo que llevará aparejado un crecimiento social de la localidad.
