Inspiración en los toros
El Museo de Navarra acoge hasta el próximo 21 de septiembre la exposición del pintor zaragozano Francisco de Goya. La muestra se presenta bajo el título “Goya. La Tauromaquia” y recoge cuarenta grabados de 1814 y 1815 realizados con diversas técnicas, como el aguafuerte, la aguatinta, el bruñidor, la aguada, la punta seca y el buril. Con un presupuesto de 50.000 euros y comisariada por el director del Museo de Navarra, Miguel Ángel Hurtado Alfaro, los grabados están datados en la edición de 1929, realizada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid y estampada en la Calcografía Nacional.
La época de las producciones coincide con el final de la Guerra de la Independencia, un contexto social relacionado con el desencantamiento, la crueldad, la violencia, el desarraigo o la soledad que se diseminaron entre la población como consecuencia de la contienda que tantos efectos negativos conllevó para la sociedad española.
Por esta razón los artistas de este periodo se fijaron en los festejos relacionados con el mundo taurino, como una forma de evasión ante la crisis que azotaba el país tras la liberación francesa.
El consejero de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas, destacó en el momento de la inauguración que en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX “se dio un auge extraordinario del toreo y las corridas alcanzaron una importancia social desconocida hasta entonces. Los artistas, atraídos por sus valores plásticos, fijaron la mirada en estos festejos, y los pintores realizaron series de estampas con escenas taurinas para su comercialización”.
