Tudela

Con la calma del Barrio

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Dicen que cuando llega el 24 de julio, las calles del Barrio de Lourdes se quedan casi desiertas. Y es que a excepción de los almuerzos populares que se organizan cada año en la Plaza del Padre Lasa, este núcleo urbano de Tudela apenas ha acogido actos festivos hasta el presente año. Así es como estos almuerzos se han convertido en una acto de referencia para todo el municipio y en especial para la gente que vive enen esta zona.

Cerca de 300 personas se dan cita cada día de las fiestas en los bares de la plaza para compartir unos minutos en torno a la mesa. Allí todos los presentes degustan los pollos o costillas preparados por los propios establecimientos o incluso se traen algo de casa para compartir con el resto de los comensales. Para ello, cada local instala unas mesas y unos asadores a los que se les da un uso público.

“En los últimos años se ha puesto de moda que cada familia traiga algo para comer desde su casa y utilice los propios asadores que montan los bares para cocinar allí”, explica Miguel Sánchez, vecino de barrio. “Creo que estos almuerzos son el único acto que nos queda para disfrutar de las fiestas sin tener que bajar al centro. Hay que potenciarlos al máximo para que cada año venga más genete”, comenta Isabel Pérez.

Durante todo el medio día y parte de la sobremesa, los niños pequeños aprovechan esta reunión multitudinaria para jugar en la plaza y “bailar al son de la música que pinchan en los bares”, comenta Jesús García. “Los niños se lo pasa mejor que los mayores”, asegura Pili Mayoral.

Sin embargo, además de algunos auroros y demás rondas musicales, los almuerzos han sido durante años el único acto que ha caracterizado las fiestas de Sana Ana en el barrio, circunstancia que genera una diversidad de opiniones al respecto entre los vecinos.

Novedades para el 2005

“Deberían descentralizar los actos festivos porque a excepción de la Plaza del Padre Lasa el resto de las calles parecen un desierto”, explica Luis Álvarez. “Las fiestas de Tudela son para vivirlas en el centro. Creo que los vecinos del Barrio somos privilegiados porque además de poder disfrutar de los actos festivos, contamos con la tranquilidad y el relax que nos permite la zona en la que vivimos”, opina Antonio Domínguez.