Medio y Energía

Recuerdo a la trashumancia de Caparroso

Este fin de semana Caparroso asistió a un emotivo evento de recuerdo y homenaje nacido del caparrosino Florencio Luqui en recuerdo a su padre y sus tíos, pastores que trashumaban desde Caparroso hasta la Sierra de Andía y el Valle de Yerri. Luqui corrió los 85km de cañada real que separan ambas zonas desde la Sierra de Andía hasta Caparroso acompañado en diferentes tramos por corredores y amigos.

Las cañadas que durante tanto años se copaban de grandes rebaños de ovejas del Norte al Sur de Navarra en función de la época del año, van quedando progresivamente en desuso y frente a este olvido Florencio Luqui, hijo y sobrino de pastores, se marcó este reto hace un año. Recorrer 85km de cañada real desde la Sierra de Andía hasta Caparroso como homenaje a su padre Demetrio Luqui que falleció a los 44 años, la misma edad que tiene él ahora.

La jornada comenzó a las 08:00 horas en una cabaña de la Sierra en la que se reunieron corredores, amigos y familiares. Allí minutos antes de empezar a recorrer el camino Luqui hizo entrega a su tío Gregorio de un detalle agradeciendo su implicación en este reto, pero sobre todo queriendo recordar el trabajo de su familia.

La primera parada de los participantes y acompañantes se hizo en Ugar (municipio del Valle de Yerri) donde Luqui hizo un reconocimiento a Fortunato por los años que había cuidado de su padre y familia cuando estos iban a la montaña. Continuó la carrera la cañada real y llegaron aproximadamente a Caparroso a las 19:00  horasde la tarde donde numerosos vecinos de la localidad y familiares esperaban la llegada. La concejala de Cultura del Ayuntamiento, Liliana Goldaraz, estuvo presente en la recepción para hacer  entrega de una placa a Florencio Luqui. 

También fue el momento en el que Luqui hizo entrega a Fernando Soria de un detalle por la amistad que une a las familias y porque su dedicación a la ganadería y además de entregar otro detall a su madre Juli Iribarren “por su apoyo ypor estar siempre ahí”, afirmó. El broche final lo puso Nahia Luqui que bailó un Aurresku.

Luqui destaco también la labor de familiares y amigos que estuvieron presentes durante el camino y a aquellos corredores a pie o en bicicleta que se turnaron para que en ningún momento Luqui estuviera solo en el camino. Asimismo agradeció a su familia y a los vecinos de la localidad y de otros lugares por la emotiva acogida.