Opinión

Una Oportunidad

La terrible pandemia del Covid-19, entre otras muchas dimensiones trágicas que comporta, está obligándonos a reflexionar, profundamente, en el sentido del vivir y del morir personal.

Dos son las razones principales de que resuene semejante aldabonazo en lo más profundo de nuestro ser.

  • Muchos de nuestros convivientes están muriéndose en las UCIs, no únicamente “solos”, como se hace siempre, sino además, y sobre todo, “no acompañados”, y a menudo en coma, abocados al papel de meros “moribundos”, eludiendo su posible potencialidad de seres “murientes”. Forma, por consiguiente, muy penosa para coronar el cenit de la vida.
  • De otra parte, sus seres cercanos sobrevivientes, alejados física y socialmente del fallecido en su momento cumbre, están encontrando muchas dificultades añadidas para lograr elaborar su duelo, en su doble dinámica sucesiva del “trabajo de duelo” y del “trabajo de reajuste” personal, no solo evitando así cualquier prolongación, patologización u ocultación del mismo sino, especialmente, imposibilitando llegar a hacer de su ruptura con el finado un nuevo renacer en su vida.

Para muchos de los que estáis leyendo esta misiva, quizá alguno de vosotros apenados por alguna perdida  próxima, tened presente que no hay duelos típicos, ni buenos ni malos. Cada duelo, como el ser humano, es único y singular. El duelo bien aprovechado puede ayudar a humanizar y a personalizar la muerte y tu muerte, así como es capaz de potenciar la “alegría”, tus ganas de vivir, y tu propia existencia. Merece la pena aprovechar todos los duelos.

Durante muchos años, he dedicado una parte importante de mi tiempo a compartir con otras personas que el morir es parte fundamental de la vida. Cuando hace unos años, por motivos de salud, tuve que renunciar a dicha misión, redacté un pequeño libro que te recomiendo leer: “Vivir la muerte” (2015) editado por el Verbo Divino. Me atrevo a proponerte que lo repases y lo critiques. No tengo interés crematístico alguno, pero sí tengo el convencimiento de que el tema que trata debe ser de tu interés y que posiblemente encuentres en el texto alguna “chispa” que inicie un nuevo amanecer en tu biografía.