Opinión

Algo políticamente incorrecto

¨Fue un atraco perfecto, fue un golpe maestro, dejarnos sin ganas de vencer” Vetusta Morla

Vivimos, escuchamos con ruido, mucho ruido, una sociedad que no es real: la sociedad de la hipocresía.

Una sociedad en la que las personas mediocres intentan destacar, sin más, a través de gritos, de insultos, de censuras a otras personas que, según su manera de razonar, son sus contrarios. ¿Por qué? Simplemente porque no comparten el pensamiento único de la mediocridad.

Ahí tenemos al ex portavoz del primer partido de Europa Occidental condenado por corrupto, que suelta gañanadas de manera zafia y buscando el titular fácil. Es una persona que nunca pedirá perdón y, sobre todo, nunca admitirá que nadie le pida perdón si es que a él le ofenden.

En definitiva, este es un extremo de la sociedad del individualismo, del egoísmo, del extremismo consecuencia todo ello del MIEDO. Lo contrario del AMOR.

En el otro extremo está lo políticamente correcto, el no mojarse, el quedar siempre bien con todos y en cualquier situación, el hacer sólo lo que no conlleva riesgo. Así, nunca sale una movida en la foto, ni se equivoca jamás.

Es muchas veces, demasiadas, una posición sectaria. Se trata de agradar a las mías dejando indiferentes a las personas que no son de “las mías”.

Tenemos demasiados ejemplos en la sociedad de personas que miran hacia otro lado cuando se comete una injusticia, que no acuden a defender con uñas y dientes al débil o al caído, que les parece que las desgracias les suceden a otras o que simplemente, piensan que militar, mojarse en la sociedad es colaborar con un donativo o con una causa que, tras muchos años de lucha por una minoría, logra hacerse masiva. 

Una posición que hace estragos en el Estado de Bienestar por la que tantos años de lucha les llevó a algunos de nuestros padres y madres para conquistar derechos. Porque los derechos se conquistan, no se otorgan.

Podemos y debemos ser políticamente incorrectas, claro que sí, sin insultar. Existe un punto medio, un punto de reflexión, un punto de pensamiento crítico.

Voy a poner un ejemplo sobre este último párrafo:

Existe un grupo de personas que comenzaron en el año 2012 a denunciar las desigualdades entre el Norte y el Sur de Navarra. Esta denuncia, por supuesto tenía y tiene un sentido, es un intento de conquista de derechos y algunos, afortunadamente, se van consiguiendo. También se va consiguiendo una cierta unidad de ese Sur y su empoderamiento y actitud con cada vez menos acomplejada.

PERO, y lo escribo en mayúsculas, este grupo de personas, salvo uno o dos artículos leídos y la extraordinaria fotógrafa que ilustra los artículos y pensamientos, son hombres. Y me consta que van a seguir siéndolo a pesar de que hemos sido muchas las que hemos preguntado si no existen en La Ribera mujeres con criterio capaces de expresarlo a través de unas líneas.

Estos escritos, han sido escritos mayoritariamente por hombres hacia dos Presidentas de Gobierno de Navarra. Lo que la paradoja se eleva a la enésima potencia.

La autora de este artículo, quiere ser políticamente incorrecta, aplicar el pensamiento crítico y expresar su preocupación máxima: de las dos desigualdades descritas, me preocupa mucho más la segunda que dura ya seis años.  Por gravedad, por arraigo social y por poco esperanzadora hacía un futuro a largo plazo.

Sí a lo políticamente incorrecto, sí a mojarse sin ofender, sí al pensamiento crítico, sí a hacer reflexionar al resto, sí y sí.

Una sociedad hipócrita, es una sociedad fallida.