Opinión

La Ribera, tierra de realidades

Es innegable que al Ribera de Navarra es tierra de emprendedores y empresas, tierra de oportunidades.

Tenemos una situación geográfica y unas conexiones por carretera y ferrocarril óptimas, tenemos suelo industrial disponible en 45 polígonos, mano de obra cualificada, centros educativos de formación profesional y universitarios, unas entidades locales y administraciones cercanas y accesibles, una buena dotación de servicios y equipamientos públicos, un clima benigno, una orografía y geografía accesible y nada abrupta, una conectividad digital razonablemente buena, etc.

En resumen, y aunque todo es mejorable y se debe trabajar por mejorarlo, las condiciones son en general buenas para el tejido empresarial. No obstante, el tiempo apremia, y no podemos esperar a tener las condiciones ideales para dar el siguiente paso.

Ese paso debe ser una gran apuesta, un gran proyecto estratégico transformador a nivel empresarial, y específicamente a nivel tecnológico no relacionado con el sector agroalimentario: la implantación o creación de un centro tecnológico de referencia, será el detonante para iniciar un nuevo ciclo virtuoso de desarrollo de nuestras pymes (el 95% del tejido empresarial de la Ribera), de creación/transformación de una industria local de base tecnológica, de desarrollo de nuevas empresas proveedoras locales, de creación de empleo de alto valor añadido, de impulso de un modelo de innovación local, etc.  Apoyando el crecimiento orgánico y al desarrollo basado en innovación y tecnología de nuestras pymes, apoyamos el desarrollo económico y social de la Ribera con mayúsculas.

Esto ni es fácil ni se puede desarrollar de la noche a la mañana, pero sino nos ponemos manos a la obra ya, no llegará, es ahora o no será, pasemos de las palabras a los hechos, de ser tierra de oportunidades a ser tierra de realidades.