Vaya por delante que no es que quiera que se acabe ya el 2022, al contrario, ha traído cosas buenas, como muestra el fin de la pandemia y sus restricciones (también alguna otra no tan buena, no penséis que soy un iluso), pero es cierto que ahora que se está acabando este año, prefiero mirar hacia el futuro, es hora de construir ya el 2023, y esto tengo claro que tenemos que hacerlo remando todos y todas a una, siempre se construye más y se llega más lejos en equipo.
Tenemos que ponernos ya a ello, para que el 2023 venga cargado de nuevos proyectos, pero sobre todo de proyectos que puedan transformar la Ribera hacia un futuro más sostenible, más social, más competitivo, más digital, más empresarial, más público, en definitiva, construir más Ribera. Los ciclos van y vienen, la economía crece o se desacelera, pero la responsabilidad de que nuestro territorio avance al margen de los ciclos está en cada uno de nosotros y nosotras, en nuestro entorno y con nuestras posibilidades, y por eso hay que ponerse ya manos a la obra con el 2023. Construyamos una Ribera mejor este 2023, cada uno con sus objetivos, pero sumando a ese bien común general para la Ribera.
Pero antes, disfrutemos de la Navidad con nuestra familia, con nuestra gente, con nuestro territorio, hay que coger toda la energía que podamos, descansar, tomar toda la positividad que seamos capaces, con los pies en el suelo, ¡manos a la obra!, pero con la mirada en las estrellas, que para eso es Navidad, ¡Feliz Navidad!
