Acabamos de finalizar en Consorcio Eder el proceso la actualización de la Estrategia Comarcal de Especialización Inteligente y Sostenible de la Ribera y la buena noticia es que la Ribera ya cuenta con una estrategia actualizada al año 2021, y 45 proyectos estratégicos que le tienen que hacer realidad. Esta estrategia tiene que ser la hoja de ruta para el desarrollo de proyectos con el objetivo de dinamizar el territorio desde los ámbitos económico y social al menos hasta 2024. Un trabajo intenso, de meses de duración, y donde hay que agradecer ese trabajo al equipo del consorcio y los agentes económicos y sociales que han participado en su actualización, gracias de veras.
Por cierto, un trabajo que habrá que volver a hacer dentro de tres o cuatro años, no porque yo lo diga, sino porque todas las estrategias tienen que ser revisadas y actualizadas en ciclos de 3 a 5 años. Vivimos en una sociedad líquida, en constante cambio, donde el entorno económico y social se acelera año a año, y no podemos vivir y trabajar de espaldas a este hecho, la gestión de cambio y la mejora continua también aplica a las estrategias territoriales, está en su esencia.
Pero la noticia realmente importante es que ahora empieza de verdad lo importante, el trabajo duro de verdad, fuera de los focos y los titulares más o menos llamativos, y aquí volvemos a encontrarnos a los dos actores principales, el equipo de Consorcio Eder, que va a ser el alma y músculo de esta estrategia y sus proyectos, como hasta ahora, y los agentes económicos, institucionales y del conocimiento de la Ribera y de Navarra, sin los cuales esta estrategia no se podrá llevar a cabo de una manera óptima.
Daré un dato, durante el periodo 2017 a 2021 solo directamente desde Consorcio Eder se ha movilizado una inversión de más de 3.3 millones de euros, sin contar otras inversiones de otras administraciones y empresas que también han contribuido a su desarrollo. En este nuevo ciclo, esperamos poder duplicar esta cifra, hasta al menos los 6 millones de euros, la mayor cifra de la historia del consorcio. Quizás así se entienda mejor la importancia de la Estrategia para la Ribera, y del trabajo que tenemos por delante.
Pero la clave, amigos y amigas, no nos engañemos, es que, aunque el equipo de Consorcio Eder va a trabajar duro, si los agentes económicos, institucionales y del conocimiento no se deciden a trabajar e implicarse de manera conjunta y sin pensar en idearios particulares, centrándose en todo lo que nos une, que es la gran mayoría, y dejando a un lado lo poquísimo que nos separa, no va a funcionar. Y aquí, el diálogo y la consecución de consensos y acuerdos entre todas las partes es la clave de la clave, y siendo claros, aquí el consorcio solo puede ser el agente facilitador. Me consta que hay voluntad por todas las partes, esto es de agradecer y asegurará el éxito de la Ribera con esta Estrategia.
La Ribera tiene muchos retos que afrontar y no se puede permitir el lujo de estar dividida. Tenemos que bajar del mundo de las ideas y empezar a centrarnos en el trabajo del día a día. Impulsémonos en el espíritu trabajador, emprendedor, innovador y luchador que siempre ha caracterizado a la gente de esta tierra, así tengo muy claro que juntos haremos una Ribera mejor. La Ribera será mejor a través de la colaboración, el diálogo y el consenso, y sino no será mejor.
