Opinión

¿Navidades sin Futuro?

Son muchas las esperanzas que la sociedad deposita en nosotros los jóvenes, pero la precariedad y la falta de futuro nos pone en una tesitura compleja y en muchas ocasiones deprimente.

Muchos estudiamos fuera de nuestra ciudad y conocemos a conciudadanos, de muchas generaciones, que en la misma tesitura jamás han vuelto, principalmente por la falta de oportunidades y porque sus esfuerzos en cuanto a formación se centraron en materias que en la inmensa mayoría de los casos carecen de opciones aquí.

El esfuerzo fiscal, las falsas manos tendidas de los gestores públicos y el ‘’buenrollismo’’ de las soluciones fáciles son una trampa habitual. Por su culpa estas Navidades están siendo especialmente duras para muchas personas, ERTES, comercios al ralentí, la hostelería a medio gas y muchas empresas entre la espada y la pared. Todos tenemos la esperanza de que los años venideros serán mejores, pero depende de todos y cada uno de nosotros que así sea. Hagamos que el espíritu navideño sea algo más que una referencia en los villancicos, los cuentos y películas.