Opinión

No está el horno para bicicletas

La última ocurrencia de nuestros publicistas a cargo del contribuyente ha sido la creación de un carril bici, con un coste estimado de casi ⅓ de millón de euros, que servirá para darse paseos en bici hasta el bocal. ‘’Por suerte’’ la obra va a ser subvencionada por GN, algo que parece que duela menos, pero todos sabemos que el dinero sigue saliendo del mismo sitio pague quien pague el capricho.

Que una ciudad con un paro de casi un 15%, una deuda de 14.933.127 euros (2019) y una destrucción de empleo y empresas sostenida durante periodos de tiempo alarmantes se dedique a poner luces LED a rotondas, a hacer piscinas, poner pancartas, construir estadios de fútbol y carriles bici es una absoluta barbaridad que muestra el nivel de ceguera y desconexión que todo aquel que pisa el terciopelo tiene en nuestra localidad.

Comprar votos, titulares y el aplauso fácil del público vulgarizado es una táctica habitual de los adalides del #GañanismoIlustrado, pero de nada sirven los estadios, las luces LED ni los carriles bici cuando nuestros jóvenes se marchan, nuestras empresas cierran y nuestros trabajos se pierden.

De nada sirve construir infraestructuras para una ciudad de 50.000 habitantes cuando en el camino vas a hipotecar la cartera del contribuyente y vas camino de convertirte en una ruina más a la opulencia en el país de los impuestos, la emigración y los faraones y caciques de cortijo.