Opinión

Error 403 Forbidden

El mundo de la postmodernidad en el que vivimos trata de confundirnos constantemente con tácticas retorcidas, que no por el hecho de ser ya conocidas surten menos efecto en la sociedad, todo está manipulado y nada se libra ya de tener siempre un juego de dobles intenciones que no parece tener fin, y es que en la polarización de la sociedad todo debe ser blanco o negro, puesto que los grises se vuelven lugares incómodos, en los que estar tiene graves repercusiones sociales.

Nuestros ineptos representantes públicos no paran de jugar a este juego con tal de lograr el rédito político y la mayoría del vulgo se regocija en la aparente sencillez del mundo postmoderno, ¿Para qué pensar? Si ya hay otros que nos dicen lo que debemos pensar.

Todo este mundo de dicotomías, acelerado, cambiante y adormecido está logrando que las diferencias se magnifiquen, que las brechas se amplíen y que no aprovechar las oportunidades tenga un coste no solo elevado, si no irrecuperable.

En este mundo de la confusione maximam, es normal que cuando se les presenta un problema, los vulgares colerizados y sistematicamente frustrados busquen en su base de datos de enemigos la respuesta a todos los problemas, para los filofascistas la culpa será de los inmigrantes, de la globalización, de los judíos o de los comunistas y para los filocomunistas la culpa será del capitalismo, los neoliberales, la iglesia o las multinacionales. El vulgo ha asumido como propia la Doctrina Goebbels y la ha interiorizado tanto en su afán por no pensar, que su raciocinio es incapáz de operar de otra forma. Ya lo dijo Maquiavelo ‘’El vulgo se deja cautivar siempre por la apariencia’’.

Si nada es verdad, el que mantenga abiertos sus ojos, el que piense, el que ponga en duda absolutamente todo lo que vea, el que piense por si mismo, será el único que de pasos con seguridad y eso es precisamente lo que aterra a quienes siembran el caos.