Opinión

Actitudes ante un virus con “corona”

Jamás en la historia de España hemos vivido un estado de alarma por una pandemia mundial, como la que el presidente del Gobierno ha declarado este sábado día 14 de marzo de 2020, con motivo del llamado “Coronavirus” (Covid-19). Ante esta situación, las percepciones de amenaza, varían según sea nuestra personalidad, por lo que el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ha decretado las siguientes medidas si se padece ansiedad:

  • Identificar los pensamientos que puedan generarnos malestar.
  • Reconocer nuestras emociones y tratar de aceptarlas .
  • Buscar pruebas de realidad y datos fiables, evitando información que no provenga de fuentes oficiales.
  • Informar a nuestros seres queridos de manera realista y no alarmista.
  • Evitar la sobreinformación. Estar permanentemente actualizado no nos hará estar mejor informados y podría aumentar nuestro nerviosismo innecesariamente.

En la vida muchas veces no podemos elegir lo que nos pasa, pero sí la actitud que tomamos ante aquello que nos pasa. Así, hay personas que han dado la bienvenida al virus porque les ha obligado a parar, permitiéndose ese necesario descanso que no conseguían otorgarse, dominados por el estrés de sus vidas. En este caso, además de relajarnos, deberíamos escuchar a nuestro cuerpo, y no esperar una próxima pandemia para generar los cambios que sabemos debemos hacer, para disfrutar de la única vida que vamos a tener.

Una vida, que desde la óptica de la psicología transpersonal, ni siquiera es nuestra, al comprender la mente humana como una gran consciencia, de la que todos formamos parte. Y en este caso, el coronavirus estaría recordándonos que no solo “somos”, sino que “inter-somos”. Ya que de lo que yo haga para evitar contagiarme, también se está beneficiando mi hermano, mi hermana humana. Que nos necesitamos TODOS y TODAS de forma cooperativa, para “salvarnos”.

Sorprendentemente, miles de millones de personas en todo el mundo, nos hemos UNIDO simultáneamente, para combatir un peligro, y está claro (con China e Italia a la cabeza) que lo estamos consiguiendo. ¿Por qué no nos unimos de la misma forma para combatir las guerras, el hambre, la injusticia, la pobreza, el calentamiento global o la extinción de especies? ¿Por qué no sentimos que formamos parte de un todo, y vivimos nuestro día a día desde esa conciencia colectiva, no individualista? Las medidas de acción recomendadas, nos han forzado a parar en seco y quedarnos quietos en casa. Curiosamente el concepto taoísta de “Wu-wei”, por el que se nos invita a vivir desde la “no-acción”, procede de China, igual que el Coronavirus. Tal vez esta medida de prevención, que nos obliga al recogimiento interior, y al encuentro con nosotros mismos, sea un recurso encubierto de la sabia naturaleza, para recordarnos que aunque parezcamos seres vivos distintos, todos somos por definición “terrícolas” (habitantes de la Tierra), y necesitamos cuidarnos colectivamente, para vivir bien individualmente. En esta ocasión un virus amenaza al ser humano, pero para muchos otros seres, el ser humano es el virus.