Cuando llega San Isidro
(digo el quince de Mayo)
hay cohetes en Murchante,
misa y procesión del Santo.
Hay alegría sin par
desde “Cardete” hasta el “Saso”.
Y los bares de este pueblo
generan luz de entusiasmo.
Hay comida de hermandad.
Ay, qué bien nos lo pasamos
charrando de nuestras cosas
y bebiendo vino Enanzo.
Cuando llega San Isidro
se pone contento el campo.
Y contentos nos ponemos
quienes en él trabajamos.
Y al Santo (hombre sencillo)
rezamos y hasta cantamos
para pedirle cosechas
buenas y de gran tamaño.
(A políticos no pido
porque nunca hacen caso).
Anímate San Isidro
(que no pase de este año)
a todos agricultores
que tu Fiesta celebramos
y también a ganaderos,
haznos un rico milagro
para que (al fin) los cultivos
a precios dignos vendamos.
Roberto Simón Romano