Opinión

Qué pensar y qué decir

Estos días siempre son tiempos de reflexión, de mayor contacto familiar y con amigos, y más este año con lo del 20D. Lo primero que debemos distinguir para facilitar la relación con los demás, son las ideas de las personas. Las personas son sagradas, las ideas siempre son discutibles. A menudo, muchos piensan lo contrario, todas las ideas son respetables y a las personas ¡leña al mono! ¡Pues no! debemos respetar siempre a las personas. Los que somos cristianos, con todos nuestros defectos y pecados, no debemos olvidar nunca que a todo hombre debemos respetar, al margen de condición sexual, religión, estado físico o mental. Sin embargo, por supuesto que no todas las ideas son respetables: existen ideas abominables y perniciosas para la convivencia.

También es verdad que siempre han existido “pecados de época” o lo que se dice ahora de lo “políticamente correcto”. En esto, nuestra sociedad ha cambiado mucho. Ahora hay una hipersensibilidad hacia el género, la ecología, la pena de muerte, y la igualdad, al margen del esfuerzo y el mérito. Y muy poca sensibilidad hacia el embrión humano, la solidaridad económica con los desheredados... Pocos reconocen que una vida lograda es la que apuesta por ayudar a los demás, no pensando exclusivamente en el beneficio propio.

Estas fechas son buenas para pensar, guardando cierta distancia con el día a día, sabiendo que los que no tenemos que solicitar el voto al ciudadano, no tenemos porqué hacer la pelota, podemos decir en voz alta que a veces incluso la mayoría se equivoca. Y que sabemos que no se puede construir un cielo en la tierra, pero que debemos y tenemos entre todos que mejorar las cosas.