Opinión

Amarga Navidad

La Navidad es un recuerdo común de nuestra esfera espiritual y cultural, que nos permite acceder a un tiempo pasado que, visto el actual, siempre fue mejor.

Después de meses de zozobra, de 70 mil muertos, seguimos llenos de recortes, de miedos a juntarnos con los nuestros. Todavía hay muchos nubarrones en el horizonte: virus asesino, crisis de trabajo, de valores, sin proyectos de futuro, con un gobierno que tiene una agenda propia al aprovechar el estado de alarma para colarnos la eutanasia y las restricciones educativas. 

No debemos olvidar que hubo unas Navidades en las que fuimos felices. Simplemente las familias se reunían sin decreto de limitación de aforo, sin la culpa imperdonable de poner en riesgo de muerte a toda la casa. Comíamos mazapán, cantábamos villancicos, discutíamos en familia.

Confiemos que a pesar de todo: con las vacunas, las ayudas europeas se despeguen los nubarrones, y no olvidemos que Nuestro Salvador va a nacer… y vaya si se lo hemos puesto difícil. Por eso, para todos los españoles, incluidos los que no quieren serlo, Feliz Navidad.