Opinión

¿Está Vd. también negro?

Me acordé de ti el otro día”, me dijo en la calle. Al preguntarle por qué, medio-gritó: ”¡más médicos y menos políticos! ¡Estoy negro! ¡Habría que escribir sobre eso!”. Era un vecino amigo. Eché un poco balones fuera en lo de escribir: que sí, pero que bueno, que a veces es difícil … Le reconocí que tenía toda la razón en lo de estar negro, y que esa idea-grito suya de “más médicos y menos políticos” estaba muy justificada en esta legislatura del pentapartito en el poder, en la que hay más políticos que nunca en el tinglado del Gobierno y menos médicos en Sanidad; más gasto político e ideológico innecesario y menos gasto donde hace falta; más palabrería y menos eficacia en la gestión, cosas del progresismo. 

Sorprende bastante que el Gobierno de Chivite no haya resuelto aún el problema sanitario, cuando no lo tiene difícil. Le bastaría con copiar alguna de las soluciones que la Vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha dado al problema del paro; alguna de ésas que la ministra considera chulísimas. Cierto que paro y falta de médicos son problemas contrapuestos porque en uno sobran trabajadores y en el otro faltan, pero los dos problemas coinciden en ser un desajuste entre la realidad y la mano de obra disponible, y esa coincidencia permite aplicarles parecida receta. 

La solución yolandista-sanchista consiste básicamente en cambiar los nombres, en no llamar “parados” a muchos parados, sino de otros modos, por ejemplo “trabajadores discontinuos”. Gracias a esos cambios chulísimos de nombre ya hay muchísimos menos parados en las estadísticas. Algo parecido podría hacer Chivite en el caso de los médicos, y por ejemplo donde sólo haya médico dos días a la semana, decir que hay médico discontinuo, no que faltan médicos. Problema resuelto. Sanchismo en estado puro.

Aplicada la solución, sería cuestión ya de hacer pedagogía (propaganda machacona) para llevar a la gente a aceptar que la discontinuidad es progresista. Y si siguiera habiendo insatisfechos y cabreados como el vecino, bastaría con recordarles que, gracias a que tenemos gobierno progresista, tenemos ahora médicos nada menos que inclusivos, feministas y con perspectiva de género. Sería suficiente. Imposible estar descontento con una Sanidad tan progresista. 

En cuanto al vecino amigo, si vuelvo a encontrarlo le aconsejaré que, por negro que esté él y por negro que sea el presente (¿le acusarán de racista a él por decir “estoy negro” para significar que está muy cabreado, y a mí por no rechazar ese uso del lenguaje? Les pega todo), ponga en práctica el sabio principio de vivir centrado en el ahora intentando sacarle el máximo partido, porque si el presente es negro (¡¡racismo reincidente!!), el futuro al que nos llevan el sanchismo de Madrid y el de aquí, ni te cuento.