Opinión

Subcaverna en la caverna

Cuando el PSOE no había terminado de arruinar el sistema educativo, todo bachiller conocía el mito de la caverna, y sabían que en el fondo de la caverna muchos dan la espalda a la verdad, a la luz y a la realidad plenas, prisioneros de errores como el de vivir considerando que lo único real e importante es lo material, lo corporal, el placer o el displacer. El de vivir en plan gallinero

Cada 28 de diciembre se recuerda la matanza de inocentes en Judea por Herodes. En España se matan al año unos cien mil fetos humanos por el aborto. Los que controlan los medios de comunicación consiguen que el día de los inocentes no recordemos esta matanza de inocentes. En esta cuestión y en otras similares se puede decir que hemos construido un subterráneo en la caverna y vivimos ahí, dando la espalda incluso a la verdad y a la realidad de la caverna, más engañados aún de lo que señaló Platón, bajo el imperio de la falsedad, la mentira y los antivalores; y con la verdad silenciada por los medios de comunicación. 

Ejercer un derecho es motivo de satisfacción. En la subcaverna, abortar es un derecho, algo bueno, positivo, como votar en las elecciones o cobrar el seguro de paro. Producir esa matanza anual de cien mil fetos humanos es por tanto allí motivo de orgullo y satisfacción. El grado de engaño en este caso es enorme, porque para considerar al aborto un derecho se oculta lo que es, se prohíbe verlo, incluso se va a castigar con pena de cárcel a quien proponga ver una ecografía de un feto o de un aborto. En estos oscuros menesteres andan las fuerzas políticas “progresistas”, en el progreso del autoengaño y del egocentrismo en nuestra sociedad. Y es en lo que anda también a su manera el tribunal constitucional que lleva once años negándose a ver un recurso contra el derecho al aborto. 

El poder de las fuerzas del engaño es tan enorme que seguramente la mayoría vive ya instalada y aclimatada a la subcaverna (hace no mucho se convocó en Madrid una manifestación provida contra del aborto y fue poca gente). Y es sintomático y revelador que estemos gobernados por Pedro Sánchez, un superdotado para la mentira y el engaño. Es el presidente apropiado para la subcaverna. En España ya se ha cumplido la profecía de Alfonso Guerra, y no la conoce ni la madre que la parió. 

Del aborto va la película “Unplanned”, que se estrenó escasamente publicitada en pocas salas de cine en España hace algún tiempo. En lo esencial vale la pena porque muestra la verdad de ese falso derecho y de uno de los despiadados emporios aborteros, “Planned Parenthood”. Y no es un irreal y engañoso montaje propagandístico de los provida, sino que expone un hecho real: lo vivido por una mujer que pasó, de ser la jefa de un abortorio a ser una decidida provida gracias a que vio en una ecografía o lo que sucede en un aborto.

Sería interesante ver qué ocurriría si los apóstoles del aborto vieran una ecografía de un aborto, o los trozos de un feto desmembrado en un aborto, o esta película. ¿Serían capaces de seguir instaladas en el engaño o reconocerían la realidad del aborto y saldrían de la subcaverna? Pero seguramente no se dará la condición necesaria para plantear este interrogante porque en la subcaverna es obligado cerrar los ojos a esa realidad. 

Platón quería hacernos salir de la oscuridad de la caverna a la luminosidad de la verdad del mundo superior. Muy ambicioso. En este asunto y en otros parecidos sería ya un gran progreso ir pasando de la subcaverna a la caverna. Ver esa película ayudaría.