Opinión

Simplismos corruptores

Hace no mucho, en Fitero una madre intentó matar a sus tres hijos con salfumán. Si el agresor hubiera sido el padre, parlamentarios, alcaldes, concejales y manifestaciones feministas se habrían echado a la calle para condenar el hecho y decirnos que era un caso más de violencia machista. No ha sido así porque para ellos no es igual si mata un hombre que si mata una mujer, Si mata el hombre es machismo. Si mata la mujer no es hembrismo sino un suceso lamentable. Esta desigualdad simplista y falsa es una burla a la inteligencia. Imponer la falsedad, como hacen la izquierda y sus medios es en cierto modo corromper la inteligencia de la gente. Parecido simplismo se da cuando, a la inversa, se iguala lo que no siempre es igual, lo que es claramente violencia machista como una violación, con violencia fruto no del machismo sino por ejemplo de un envenenamiento de la convivencia que lleva a cometer disparates, y que puede y suele ser ejercida también por la mujer. La izquierda impone también como un dogma esta igualación simplista y falsa, y ya de paso acusa a quien no comparte sus análisis de brocha gorda (a VOX, por ejemplo) de favorecer la violencia machista. En el fondo parece estar el diagnóstico falso de que el hombre es malo por naturaleza, pero la mujer no, o lo es sólo por accidente.

Vivimos inmersos en desigualdades e imposiciones corruptoras análogas, que la derecha acomplejada traga por activa aceptándolas, o por pasiva no oponiéndose a ellas, Un ejemplo de la reciente campaña electoral: Yolanda Díaz y el PSOE descalificaron a Feijóo por aparecer en una foto hecha hace treinta años con un contrabandista. Pero según ellos, Pedro Sánchez merece ser vitoreado como progresista por aparecer pactando toda la legislatura pasada con el partido de Txapote y con delincuentes golpistas condenados, y sacados por Sánchez de la cárcel para que le hicieran presidente. 

Más de lo mismo: Feijóo, en su debate con Sánchez, dio alguna cifra equivocada o falsa. Todos los partidos (y sus votantes). También Sánchez. Y el PSOE desplegó una campaña denunciando a Feijóo por mentir. En cambio, para Sánchez y el PSOE, sus innumerables mentiras de la legislatura no han sido mentiras sino cambios de opinión. Siguen corrompiendo la inteligencia del pueblo imponiendo esta desigualdad, y otras, como cuando hacen creer a la gente que pactar el PP con VOX es retroceder cuarenta años y caer en manos del fascismo, pero pactar el PSOE con proetarras y golpistas que quieren destruir España, y con imitadores de Venezuela o Cuba es positivo, progresista y muy democrático. Podríamos seguir y seguir.

La campaña les ha funcionado, Las votaciones han mostrado que buena parte del pueblo ha tragado esa bazofia y su inteligencia ha enfermado. A ese éxito ha contribuido la derecha boba encabezada por Feijóo y sus medios semidemonizando a VOX.

Pero no es sólo la inteligencia lo corrompido. También la moral. Cuatro muestras: la izquierda, al demonizar a VOX, inocula el odio en muchas cabezas, odio que genera violencia contra ese partido. Además, salvo UPN y VOX, todos los partidos, PP incluido, (y sus votantes) apoyan que el aborto es un derecho, algo bueno, y que oponerse a él es antihumano. También que no tener hijos y sustituirlos por perros y por inmigrantes que no se integran es progresar. Y el partido de Txapote crece. Síntomas de una sociedad enferma. Vivir en la mentira intelectual y moral lleva a la decadencia. Ahí estamos.