Opinión

Posible carta

“Hola, Reyes. Los abuelos quieren que os escriba. Paso de todo eso de que he sido bueno y el año que viene seré mejor. Sería de tontos. Mejor ser listo, ya dicen mis padres, y si hay que hacer trampas, pues se hacen, o se miente, o se saltan las leyes o lo que sea. Como el líder de mis padres, Pedro Sánchez, ése sí que es listo, como Alzórriz y Chivite, que también son listos. Y los de Asirón ni te cuento, palo y adelante, “Jo ta ke”. Ya tienen la alcaldía, y la otra, a dos velas. Vosotros no lo entenderéis porque tenéis pinta de antiguos, de derechas, igual hasta de extrema. Yo tampoco os entiendo. ¿A qué fin aquel viaje tan largo y cansado para ir a ver a uno recién nacido en un pesebre? Y encima para hacerle regalos, sin que os pagaran nada ... No se entiende. Yo me habría quedado en casa, a la buena vida, encima siendo Rey. 

Lo de la carta ésta es cosa de derechos. Como en casa somos progresistas, damos derechos nuevos. Así que me doy para mí el derecho a tener el día 6 todo lo que os voy a pedir. Si os portáis bien y mi derecho se cumple, el año que viene volveré a escribiros. Si no, no, y me iré con el Olentzero. Uno de clase, de Bildu, dice que a los que le escriben por primera vez les trae todo. 

Os pido un móvil nuevo, un reloj nuevo, la equipación de Osasuna, seguir siendo socio el año que viene, una tele para mi cuarto, un patinete eléctrico para andar “porai” con los amigos, y unas zapatillas de tenis y una raqueta buenas. Y dinero. Y dos cosas más. Me gusta el tenis y ya me veo y me siento como Alcaraz, campeón de tenis, con la gente viéndome jugar callada y aplaudiendo, admirándome, y ganando mucho dinero. Como no soy menos que otros, tengo derecho también a que se haga realidad mi identidad sentida. Así que eso, que todos me reconozcan ya como un fenómeno del tenis y me admiren. Y ya puestos, otro derecho. También me apetece ser Rey, pero no como vosotros sino como la canción de las peñas en la plaza, que le diga a uno “hazme esto” y me lo haga, a otro “dame aquello” y me lo dé. Que todo el mundo me complazca. 

Mi hermano pequeño me copia y dice que él también reloj, móvil y equipación rojilla y dinero. Vosotros veréis. De mi hermana mayor no digo nada. Ya os pedirá si quiere.

A mis padres, un tratamiento bueno de bótox para los dos. Empiezan a tener arrugas, pero quieren seguir siendo jóvenes. Y dinero. Y como les gustan los chistes y la ciencia ficción, el libro “Tierra firme” sobre Pedro Sánchez. Y si hay uno sobre María Chivite escrito por Arnaldo Otegui que se titule “Tierra Conquistada” o “Tierra regalada”, se lo traéis también. Les gustará. 

De vacaciones bien. Me aburre el colegio, ese perder el tiempo. Si quieres saber algo, lo miras en Google y ya está. Lo que sí me gusta es lo de la educación afectivosexual, eso de verse y tocarse. Ya hay una de mi clase que se gusta de mí y otro que me ha dicho que quiere ser novio mío, así que bien. También me gusta ver películas de sexo y hablar después de eso con los amigos. Se aprende, y hay que saber. Me han dicho los abuelos que el año que viene he de hacer la primera comunión, que voy muy atrasado. Creo que te hacen regalos, así que sí.

No os quejaréis, nunca había escrito tanto. Sólo por eso ya merezco que me traigáis todo lo que os he pedido. 

Bueno, adiós”.

¿Cuántos, chicos o mayores, podrían identificarse con el “espíritu” de una carta de este tipo? La “educación progresista” de la PSOE hace estragos.