Aunque hace ya cierto tiempo de la investidura de Chivite, hay partes de su discurso en las que merece la pena fijarse porque nos dan una idea del personaje. Un ejemplo: “Estos cuatro años he aprendido mucho y quiero seguir haciéndolo desde el honor y la responsabilidad que supone presidir esta comunidad. Los gobiernos son equipos …. Equipos formados por personas que no somos perfectos. Que estamos aquí para dar lo mejor que tenemos a una sociedad a la que nos debemos”.
Si aprendió mucho y le queda mucho por aprender, es que apenas sabía y no estaba preparada para ser presidenta en la anterior legislatura, y es que también ahora está verde. ¿Por qué no nos lo dijo ni en la campaña electoral de hace cuatro años ni en la pasada? Al callarlo, nos engañó como su señorito y modelo. Por otra parte, presume continuamente de progresista, de ser capaz de configurar un gobierno de progreso etc.Tales exhibiciones no tendrían sentido si no estuviera convencida de que sabe qué es el progreso y cómo conseguirlo. Pero si cree saberlo, puede estar satisfecha de lo que sabe y no es lógico que crea que necesita aprender mucho. Y efectivamente, la habitualmente progresista Chivite se muestra satisfecha de sí misma, con la nula capacidad progresista de autocrítica. Por eso, su declaración humilde de ignorancia no puede ser sincera sino fingida, Y otro tanto la aparente humildad de su “no somos perfectos”. ¿Acaso no cree que los progresistas, y ella por serlo, son incomparablemente más perfectos que la derecha, y no digamos la ultraderecha?
El discurso de Chivite reconociendo que ni sabía ni sabe es pues bastante insincero pero verdadero. Basta con ver su currículo laboral fuera de la política y los resultados de su gestión en la anterior legislatura. Navarra ha retrocedido en comparación con el pasado. y con otras autonomías. Ha hecho de la sanidad una catástrofe. Ha demostrado su ineptitud en el asunto Volkswagen. No ha rebajado los impuestos a las rentas medias y bajas para compensar la inflación. Lideró el aumento del paro en la anterior legislatura a nivel nacional. Es aquí donde ha descendido más la creación de empresas etc. etc. Su discurso progresista autocomplaciente es palabrería engañosa que intenta tapar su incapacidad,
Vemos en esa declaración que se atribuye a sí misma virtudes políticas como la responsabilidad y el sentido del deber. Más palabrería engañosa. Si tuviera alto sentido de la responsabilidad y del deber, no despilfarraría nuestros impuestos, no habría hecho un gobierno con 13 consejerías sino con menos ni habría aumentado el número de altos cargos, no malgastaría más de 25 millones de euros en puestos innecesarios. La lucha del PSN con Geroa por el reparto de consejerías fue la antítesis de la responsabilidad y del sentido del deber, y es propia de quien no va a “dar lo mejor de sí” sino a arramplar.
Merece también la pena resaltar algo de su respuesta a la representante de VOX en aquel acto: “Lo que más me preocupa es que usted ha hecho un discurso de odio pero no es consciente”. Lo dice quien se asocia con Bildu, paradigma del odio. Falsa preocupación por tanto la suya, porque nada le preocupa aliarse con el odio de Bildu. Y falso odio el que atribuye a la de VOX aplicando la táctica de que quien discrepa con el progresismo es que odia. Y típica actitud prepotente de orgullo y superioridad progresista cuando presume de saber más que la a su juicio ignorante de VOX que “no es consciente” de su odio. Lo dicho, palabrería falsa, postureo demagógico, engañabobos. Por lo visto hay muchos.
