Opinión

Nuevo golpista

Podría decírsenos: “si no tienes algo nuevo que decir sobre los tratos de Sánchez con Puigdemont, mejor no escribas. La gente está saturada”. No sería un consejo del todo acertado, porque sería como decirnos: “sí, la vida de nuestra madre corre grave peligro, pero háblame de otras cosas”. Es mejor no repetir, pero hacerlo sería una forma de resaltar la gravedad del asunto. 

Por lo de resaltar: si se indultan unos actos, se sigue reconociendo que fueron ilegales y culpables, pero se perdona el castigo. Si se amnistían, se borra el delito, no hubo delito en el referéndum ni en la declaración de independencia. Si no hubo delito, es que tenían derecho a hacer lo que hicieron. Y si tenían derecho, seguirán teniéndolo en el futuro. La amnistía implica reconocer el derecho a la independencia. 

Si Sánchez amnistía a los golpistas, establece que sus actos no son condenables, y por tanto que su condena no fue legítima, que fueron ilegítimos los policías que los detuvieron, los jueces y las leyes que los condenaron; que ilegítimo fue el gobierno de Rajoy no permitiéndolo e imponiendo el 155; ilegítimo el Rey en aquel discurso. Que al ser legítimo romper España, es ilegítima la Constitución que afirma su unidad indisoluble, y que ilegítimos son la monarquía y el sistema del 78. Es el triunfo de las tesis de ETA, alabadas por el dañino Pablo Iglesias en una errikotaberna. Y hablando de ETA: si para Sánchez fue ilegítimo todo eso, ¿no resultan también ilegítimas las condenas a los etarras que buscaban lo mismo que Puigdemont? ¿No debería amnistiarlos como en el 78? Si declara la amnistía, legítima el golpe de Estado y al legitimarlo lo promueve, Nuevo golpista.

Felipe González dijo que los cimientos del Estado de derecho están siendo atacados, y otros jubilados del PSOE han dicho algo parecido. Pero si están siendo atacados, ¿alguien los defiende? Todos tenemos la obligación de hacerlo, porque defender a España es defendernos a nosotros mismos. Y la obligación es mayor cuanto más alto lugar se ocupa en la jerarquía social o política.

Según eso, ¿debería hacer algo el Rey? Lo tiene difícil. Por un lado, tiene que defender la Constitución, la unidad de España etc. Podría hacerlo negándose a firmar la amnistía o no proponiendo a Sánchez como presidente sino a otro y logrando que se forme un gobierno de concentración que desbarate lo que se nos viene encima. Pero la Constitución establece que debe firmar lo que aprueba el gobierno y que su propuesta de presidente ha de respaldarla la presidenta del Congreso, afín a Sánchez y al independentismo. Así que ...

Debería el Tribunal Constitucional defender la Constitución y la unidad de España, y rechazar la amnistía, pero está al servicio de Sánchez y de sus pretensiones. En la apertura del año judicial, el presidente del Tribunal supremo y el fiscal general (de Sánchez, no del Estado) guardaron un silencio cobarde y cómplice sobre ese asunto. Sánchez, siempre mentiroso, rechazó la amnistía que ahora quiere otorgar, y miembros de su gobierno que hicieron lo mismo callan ahora. Los del IBEX, lo mismo. Buena parte de la élite política, económica y social no está a la altura. 

¿Los de a pie no deberíamos echarnos a la calle? Pero el pueblo por sí solo no es capaz de movilizarse (fracaso en Navarra de la autoconvocatoria del 10 de septiembre). Los partidos españolistas y todos tenemos una gran responsabilidad. Pero de una sociedad irresponsable, incapaz de reproducirse y que mata al año a cien mil niños en formación, ¿cabe esperar algo distinto de un encefalograma moral plano y su descomposición?