Opinión

Espíritu navideño y antinavideño

En el antinavideño están instalados los ateos: unos creen simplemente que estamos solos en el universo, vamos hacia la nada y nada hay que celebrar. Otros (los cristófobos), además aborrecen el cristianismo y la Navidad.

Hay igualmente dos tipos de espíritu navideño. Uno es superficial, sentimentaloide, dulzón, buenista esos días. Pone el árbol, hace regalos olentzeros si es abertzale o el 6 si no lo es, recuerda en la cena navideña a los seres queridos desaparecidos, come y bebe en exceso, etc., y eso es aproximadamente todo.

La ideología dominante promueve el espíritu antinavideño o este navideño superficial, y rechaza al otro, que es el verdadero. La posverdad reinante en ella nos lleva a vivir sin interesarnos por la verdad. Nos incapacita así para celebrar el nacimiento del que es la Verdad y nos da la verdad sobre nosotros mismos. Todo está permitido en ella (matar fetos es un derecho) salvo las estupideces woke, con lo que apenas hay sentido de culpa y el que vino a perdonar nuestros pecados es rechazado. Nos empuja a vivir teniendo sólo en cuenta lo ante los ojos como los animales; consiguientemente, a no aceptar al que anunció el Reino que no es de este mundo y la vida eterna. También a vivir creyendo que “caminante, no hay camino...”, y no creyendo en el que es el Camino. Se interesa por las luces navideñas del árbol, no por el que es Luz del mundo, salvador y centro de la historia, etc.

Feliz Navidad. Feliz recuperación o disfrute de su verdadero espíritu.