Opinión

Aprovechar la ocasión

Acertó el Rey al designar a Feijoo como candidato a presidente del Gobierno, pues tiene el que más diputados y no podía saber a quién apoyarán los enemigos de España (no fueron a decírselo). Tras eso, Feijoo hizo a Sánchez una oferta sensata y buena para la nación: seis pactos de Estado y que el gobierno no dependa de los que quieren acabar con España. Pero a Sánchez el bien de España se la suda, y está con los del odio y los antiespañoles.

Gane o pierda la investidura, el candidato tendrá ocasión de hacer un servicio a España explicando a los españoles y a los políticos europeos (es urgente que les haga ver cómo es realmente el personaje) el alcance del rechazo de Sánchez a su oferta, lo indecente de sus políticas pasadas y futuras, y sus propias propuestas regeneradoras.

Por ejemplo, podrá hacer ver qué es traición y no progresismo cogobernar con los que quieren destruir a España. Podrá insistir en que ningún político hace algo así en Europa excepto el felón, que un país decente no debe tolerar.

Podrá denunciar el antidemocrático control por Sánchez de un Tribunal Constitucional diseñado para aprobar sus leyes y políticas inconstitucionales. Y explicar por qué son contrarios a la Constitución, al Estado de derecho, a la democracia y al imperio de la Ley la concesión de una amnistía a los golpistas catalanes o el reconocimiento como nación de Euskadi. Podrá comprometerse a restablecer la separación de poderes, la democracia.

Podrá subrayar que las leyes han de cumplirse, y que no tolerará lo que Sánchez permite: que las autonomías gobernadas por nacionalistas incumplan lo establecido por los jueces, como se hace en Cataluña con las sentencias sobre la enseñanza en español.

Podrá explicar que la igualdad ante la ley es incompatible tanto con poner a los políticos nacionalistas por encima de la ley con la amnistía, como con los decenios de privilegios concedidos a los nacionalistas, y comprometerse a acabar con esas políticas injustas, 

Podrá hacer ver que la reconciliación entre los españoles es progresista, y retrógrado el guerracivilismo que impulsan Sánchez y sus socios; que la “Ley de Memoria democrática” es antidemocrática, y que la derogará si es presidente.

Podrá explicar que no son progresistas las políticas proaborto y antinatalidad, que el invierno demográfico nos lleva a la catástrofe, y que él hará políticas provida.

Podrá hacer ver que la capacidad de esfuerzo y la autoexigencia llevan al progreso, y al retroceso la ley de “educación” del PSOE que promueve lo contrario. Podrá prometer otra que eleve el nivel cultural de los españoles y no los degrade como la del PSOE.

Podrá mostrar que es totalitario que el Estado se apropie de los hijos, y que es civilizado y democrático que respete el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación acorde con sus creencias morales y religiosas, y que él actuará en consecuencia.

Podrá, podrá, podrá... esto y más. ¿Lo hará? ¿Su exposición será la vacuna que acabe políticamente con el letal virus Sánchez? Esperemos que no se dedique a descalificar a VOX, con el que podría compartir todo lo anterior y más, y que sería bueno para España.