Opinión

Yo defiendo a la Iglesia de los sacerdotes

Querida Fina Martínez Navarro: Iglesia somos todos, por lo tanto yo no ataco a la Iglesia, al revés la defiendo, primer error por su parte.



Me limito a señalar los errores de la Jerarquía Católica.



Su tío sacerdote se dedica a vivir del cuento apostólico, pues no trabaja en fábrica alguna, ni en el campo. Vive del altar, cosa que Cristo no hizo y que él, como seguidor de Jesús, tampoco debería hacer.



Si a eso añadimos que los milagros relatados la Jerarquía no los reconoce y los acepta como leyendas, pero sigue dejando que los "fieles" en la Basílica del Pilar adoren a la Virgen como si la leyenda fuera cierta, les hace cómplices de la mentira.



Lo mismo ocurre en Santiago de Compostela, con la tumba del Apóstol es otra leyenda, pero dejan que las personas la tomen como buena y así tienen miles de fieles, que dejan buenas limosnas. Allí y en el Pilar. Además saben que Santiago el matamoros es otra leyenda pero no les importa tener su imagen en un caballo y con una espada en cantidad de iglesias y que las monarquías absolutistas de turno, con su complicidad, nombren a Santiago ¡Patrón de España! más dinero para las arcas de estos "señores sacerdotes" que viven muy bien, con estos cuentos, aún cuando su tío no haya ganado mucho, pero tienen residencias y amparo suficiente, para que no se mueran de hambre.



El obispado cuida de sus curas aún cuando no tengan un euro. No se preocupe por ellos, preocúpese por los millones de personas que somos engañados por estos santos varones, que no aceptan a mujeres como usted, y a personas como a mí, para el mando.



Yo soy una persona que lucha para que la verdad resplandezca, y ellos no le necesitan a usted para defenderse pues son un Soberano, Pontífice, Vicario de Cristo, Infalible, seguido de cientos de Cardenales, y cientos de Obispos, con miles de sacerdotes, monjes, monjas y cantidad de agrupaciones y compañías, capuchinos, jesuitas, y un largo etcétera de personas que pudiendo defenderse de mis "ataques", guardan silencio, pues no pueden demostrar que yo miento.



Respecto a que elegimos libremente a la Iglesia, es más falso que Judas... todos hemos sido bautizados de recién nacidos y no aceptan que nos demos de baja... En vez de eso, mienten diciendo que hemos renunciado a la Fe a Cristo y a la Iglesia, cuando son ellos los que mienten y traicionan a Cristo y a su Iglesia... Cuando quiera y en cualquier tribunal lo puedo defender.



El patrimonio y la Iglesia son del pueblo, lo han robado y deben de devolverlo todo al pueblo de Dios.