Opinión

¡Ya está bien de mentiras!

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Dentro del ciclo de conferencias organizado por el Ayuntamiento de Cabanillas, el sábado día 6 de octubre le tocó el turno a las alternativas energéticas. Entre los ponentes había un catedrático de física nuclear y un representante del Foro Atómico que estuvieron explicando todos los beneficios de la energía nuclear.



Este catedrático nos mostró cómo el átomo, al romperse, provoca una reacción en cadena, liberando residuos radiactivos. Al preguntarle si esos residuos podían incidir en la salud del ser humano (más concretamente los de la central de Garoña), respondió que no, que las medidas de radiactividad tomadas demostraban que todo estaba bien.



Cuando se construyeron las centrales nucleares en EE.UU., salió a la luz pública el informe Rasmussen, elaborado por un grupo de científicos físicos nucleares, biólogos, catedráticos, etc. en el cual decían lo mismo que estos dos señores, es decir, que las centrales nucleares no suponen riesgo alguno para la salud pública... pasado un tiempo se descubrió que el informe había sido pagado por los constructores de las centrales nucleares, por lo que algunos de los científicos implicados reconocieron los enormes peligros de las centrales nucleares, y como consecuencia se dejaron de construir más centrales en EE.UU.



Sin embargo, estas empresas siguieron vendiendo centrales nucleares a España y otros países, y después de tantos años sigue habiendo científicos que defienden la energía nuclear en beneficio de las empresas constructoras, sin tener en cuenta que posiblemente esos residuos, "que están perfectamente controlados", "que no tienen ninguna incidencia en el ser humano", pueden ser los responsables de muchos de los cánceres que la población de la Ribera padece.