Acatan pero no comparten, cumplen con la disciplina de partido a su manera, viven los compromisos a su manera, ¿saben qué nombre tiene eso?. El relativismo en el que todo vale, todo me lo fabrico a mi estilo, es imperante en los tiempos que corren, y en determinados sectores sociales se nota más, se percibe en la totalidad del individuo, sin dejar resquicio a una cultura del esfuerzo, sin dejar ninguna posibilidad a la importancia que tienen valorar las cosas por lo que cuesta conseguirlas.
Ferraz les dijo que se “abstuvieran” (alguno con un toquecillo de humor, presenta su voto nulo al escribir la abstención), los demás votan en blanco como presentando un voto de castigo. Votan a Blanco, su Secretario General, pero no es que le den un voto, ni mucho menos en blanco, lo que denotan es que quieren votarlo, que se vaya. Luego dirán que no pasa nada, que en el Partido Socialista en Navarra, no existen disidentes. Unos dimiten después de la votación, otros dimitieron antes, pero ¿Cuántos dimitirán después?.
Navarra, la identidad Navarra, esta “salvadilla”, al menos por el momento, como quien lucha en una guerra, podríamos decir al uno de la jerga castrense, que se ha ganado una batalla, más bien una escaramuza.
Ya habíamos dicho en otras ocasiones durante el periplo de esta comedia, que no tragicomedia gracias a un final feliz, que siempre sería mejor gobernar en minoría que no gobernar. Y así será las aguas volverán a su ser y de la misma manera que acertadamente decía en Sr. Allí en los debates de investidura, que UPN había gobernado en más de una ocasión sin tener la mayoría absoluta, gobernará ahora, y el “órgano común” quedará cada día más y más lejos.
