Opinión

Voluntariado y rebajas fiscales

El voluntariado, palabra muy en boga actualmente, y por tanto en riesgo de inflación, tiene como valores básicos la libertad, la gratuidad y la responsabilidad.

Ser voluntario significa haber tomado libremente la decisión de trabajar por otros, conscientes de la necesidad que sufren, haciéndolo sin pensar en más beneficio que en el del otro, sin que medien intereses materiales, monetarios o en especie.

Y además, con el compromiso de ejercer un acto vital con la misma dedicación y constancia que dedicaría a su propio trabajo, aplicándolo a las carencias de un mundo tan complejo como el nuestro, en tantas ocasiones disimuladas, porque los movimientos solidarios de la sociedad civil, tratan de disminuir las deficiencias y promover el rescate de la justicia y el bienestar.

Los voluntariados son muchos, en objetivos, en funcionamiento y en calidad. Desde la Plataforma Navarra del Voluntariado, las Entidades que nos dedicamos a la acción humana, al hombre desfavorecido, tenemos la obligación de recordar a la sociedad que la gratuidad es un factor fundamental; que nuestro quehacer ha de orientarse a la mejora de la situación de los demás sin beneficio propio y que todo encuentro humano valioso debe soportarse por la entrega generosa.

En la ética de la acción voluntaria no caben las retribuciones, los beneficios fiscales u otras formas de gratificación en especie.

La promoción del voluntariado ha de nacer de una educación en valores que conviertan a la ciudadanía en un elemento maduro y honesto para el progreso social.