Que Alfaro celebre en Semana Santa su "Semana Santa Verde" y que Logroño haya sido elegida este año Capital Española de la Gastronomía 2012, no es una casualidad. En esta tierra nuestra sabemos de qué va eso de comer bien, y por todas partes aflora esta herencia cultural, este saber hacer, saber vivir y saber comer milenario, que hemos heredado de nuestros antepasados y sus múltiples culturas, han mantenido nuestros mayores y los más jóvenes, si somos inteligentes, sabremos mantener y defender. Porque del Cardo de Corella y Ágreda al Pimiento de Lodosa, los ajos de Falces, etc. etc., un don llamado "Verduras" nos ha sido dado, y como la tradición que evocaron los Infanzones de Obanos, su memoria, a través de sus virtudes, nos habrán de dar, en este tiempo, además de la longevidad que aporta una dieta como la nuestra, la riqueza que nos dará un Turismo que atraerá esta Gastronomía, hito que, como parafraseó el viernes, Alberto Catalán, haciendo suyas las palabras del magnífico crítico gastronómico Cristino Álvarez, alias Caius Apicius, "si pensamos en comer ‘sano’ pensamos, inevitablemente, en comer verduras". Y además, aquí lo haremos con los beneficios económicos que nos va a reportar saber unirnos y sabernos comer y vender, y venderlo y exportarlo bien.
Así, todas las iniciativas que giran en torno a la mesa y que parece que se pisan entre sí, sólo se enriquecen, se retroalimentan, de forma que ahora que el viernes la Orden del Volatín presentó las XVIII Jornadas de Exaltación y Fiestas de la Verdura de Tudela, que este año alcanzan su mayoría de edad, deberíamos ser tan adultos como para saber hacer un
solo pintxo de todas esas virtudes...
