Hay una figura legal que se denomina “zona privada de uso público”, consiste en lugares cuyo acceso es público pero que su mantenimiento y responsabilidad corresponde por ley a sus propietarios.
En Tudela nos podemos encontrar un sinfín de lugares de estas características, muchas de ellas con un paso importante de vecinos y en algún caso con un tránsito importante de tráfico rodado, es el caso de la carretera que va desde el Instituto hasta la variante A68.
La situación de esta vía es bochornosa, el firme de la vía está espantoso, la visibilidad es muy deficiente y los baches o socavones suponen un peligro real para cualquier conductor, por caer en ellos o intentar esquivarlos y provocar accidentes.
Esta vía la emplean determinados autobuses urbanos, por suponer un ahorro de tiempo y evitar aglomeraciones de tráfico, por ley el Ayuntamiento no está obligado a su mantenimiento y reparación pero por su uso tan común y por servirse de ella los servicios municipales, el Ayuntamiento, debería solucionarlo. Bien mediante su mantenimiento directo o mediante un acuerdo con los vecinos para evitar accidentes que no hay duda se producirán si no se evita mejorando el firme y la señalización.
La existencia de estas zonas privadas de uso público es una injusticia que relega a los vecinos afectados a la categoría de “vecinos de segunda clase” y los Ayuntamientos deberían de tener la sensibilidad para compensar a los afectados mediante ayudas, descuentos en contribución o coparticipación en los gastos generados.
