UPyD está a favor de una renta básica capaz de sostener a miles de familias que han quedado desprovistas de cualquier sustento y gravemente endeudadas como consecuencia de la presente crisis. La solidaridad social entre los ciudadanos de este país es fundamental. Dicha renta básica debe articularse, no obstante, desde los quicios de una coordinación plena entre administradores prestadoras, igualdad en las prestaciones (no es lógico que en Navarra se paguen prestaciones dobles a las que se abonan en otras CCAA con el mismo PIB/habitante), e inserta en una política activa de empleo, que condicione el subsidio a que quien lo perciba reciba formación efectiva y/o desarrolle trabajos en favor de la comunidad, evitando fraude.
Para financiar esta renta es necesario dinero. Ese dinero debe proceder de los 4000 millones de euros que el estado destina imprudentemente a subvencionar la contratación indefinida. Este dinero se puede y se debe ahorrar terminando con la contratación temporal, que masivamente (casi el 92% del total) está siendo empleada para soslayar los inconvenientes de un contrato indefinido actualmente existente, y en definitiva, de un mercado de trabajo sumamente rígido, dual, e injusto.
