UPN y CDN no parecen darse cuenta de la gravedad y alcance de la crisis económica a la que nos enfretamos.
No se trata simplemente de un problema pasajero de falta de consumo o de inversión que una vez superado permitirá retornar al mismo modelo de crecimiento de años pasados. Estamos ante el final por agotamiento del modelo del ladrillo y del dinero barato.
Debemos pasar a un modelo nuevo, más fuerte y sostenible, basado en la apuesta por la formación, la innovación y el fortalecimiento de las políticas sociales.
Sin embargo, el Gobierno de Navarra no tiene más propuestas que empeñarse en el mantenimiento de la construcción y el cemento como factor de crecimiento y creación de empleo. Y si no puede ser una inversión privada, porque ésta se está frenando, lo quiere hacer con recursos públicos.
Así, el Consejero de Vivienda no ha tenido problema alguno en reconocer que va a tratar de promocionar durante los próximos años vivienda muy por encima de las necesidades reales.
Se confirma así lo que muchas veces hemos afirmado desde IUN-NEB; que la política de vivienda de UPN y CDN está al servicio de los intereses empresariales de los promotores privados.
Pero en este caso este intervencionismo para sostener empresas privadas tiene el agravante de no entender que el modelo del cemento y el crédito bancario barato se ha terminado y que nuestros recursos deberían destinarse a construir los próximos años un nuevo modelo más sólido y más sostenible.
Esta es una de las razones por la que desde IUN-NEB hemos criticado iniciativas del Gobierno de Navarra como el Plan Navarra 2012.
Asimismo con ese apoyo presupuestario tan importante a determinados intereses empresariales la derecha está arrinconando cada día más el gasto y la inversión social.
