UPN ha iniciado un trabajo magnífico de ‘marcaje’ al Gobierno en el que reclama y recuerda a éste infinidad de acciones que la Ribera demanda, espera y, sin duda, necesita.
Ha instado al Gobierno a establecer actuaciones y medidas frente al paro en la Ribera, -y más tras el varapalo a los 103 trabajadores de General Electric de Buñuel-, ha preguntado por el transporte sanitario en Tudela, y ha apostado por la “igualdad” uniéndose en Cortes a las reivindicaciones de la Asociación de Mujeres Blanca de Navarra, entre otras cosas, toda una labor que podría haber desarrollado con más intensidad en sus muchos años de gobierno. De ese modo, hubiéramos evitado que Tudela y la Ribera se hubieran quedado convertidos en un erial, como, desgraciadamente, ya ha ocurrido.
En cualquier caso, bienvenida sea esta ‘nueva política’ de los regionalistas, en la que están trabajando intensamente, más y mejor, al parecer, de lo que venían haciendo sus muchos ‘colocados’, encantados en los dulces años del pastar comodamente a sus anchas sin hacer realmente nada, ni apostar por un futuro adecuado y premarcado de un proyecto bien definido.
Navarra y la Ribera lo agradecerán, y el Gobierno del cuatripartito, perdido en sus trifulcas internas, lo integrará en su gestión, porque está muy necesitado de horizonte. Sin ‘elefantes’ e inútiles, y en el día a día, colaborando y haciendo crecer el nivel del debate y el trabajo, además de crecer todos, orientando adecuadamente la política global Navarra, UPN recupará la confianza perdida para gobernar de nuevo en una o dos legislaturas.
¡Y de su política en Tudela y su ni constructiva ni existente oposición, ya hablaremos otro día!
