Opinión

Un volatín desafortunado

1365002019.jpg

Será por la edad, pero cada vez más a menudo, me doy cuenta de detalles en Tudela que quizás en años pasados me pasaban más desapercibidos y que ahora no me puedo callar. Digo esto porque el otro día, como muchos tudelanos acudí a la tradicional celebración del volatín. Si ya sabéis, ese “moñaco” de madera, al que se le enciende un petardo en la boca y al que se agita y da vueltas hasta que la ropa con la que viste, se le cae a pedazos totalmente…cosa ésta que pocos años he visto. Esta tradición que según algunos cronistas tiene al menos tres siglos de existencia, parece que representa el arrepentimiento y ahorcamiento de Judas.



El muñeco en cuestión suele ir, según las crónicas, “ridículamente vestido”, disfrazado de algún tema que ese año haya despertado indignación o burla en la sociedad. Es como si dando volteretas, al Judas tudelano, mejor dicho a la persona o entidad a quien representa el disfrazado muñeco, se le expusiera a escarnio público y burla por sus acciones. Como dijo el pregonero de este años José Luis Zardoya, que dedicó sus letras al propio volatín, “el castigo no es para ti sino para lo que representas de maldad, corrupción y deshonestidad”.



Por eso, y tras las palabras del pregonero, me pareció desafortunada la elección del disfraz de este año, y digo desafortunada porque estoy seguro de que no hubo por parte de la Orden del Volatín ninguna mala intención, más bien al contrario. No obstante creo que la elección del disfraz no se meditó lo suficiente y me consta que a muchos tudelanos sorprendió cuando menos un montón. Considero que el volatin no está para revindicar nada sino para criticar o vilipendiar alguna entidad o a alguien que como el Judas original haya traicionado al pueblo, que es ante el que se le baila y volteretea. Ya lo pensé hace años cuando se disfrazó de universitario para revindicar la universidad y me lo parece este año también. Y mira que este año había disfraces para nuestro moñaco, que podía haber ido de banquero, de político o sindicalista corrupto, de señores de la Troika de negro, de duque o de Merkel--- en fin, que no moleste a nadie mi crítica pero es lo que pienso.



Para colmo de hechos desafortunados tras, como siempre, quitarle la ropa manualmente y desenredarle las piernas, comenzó la lluvia de balones y con ella, una batalla campal entre padres ansiosos y jóvenes veinteañeros de casi dos metros que me entristeció. Que yo sepa los múltiples balones, (y doy fe de que este año eran tantos que si los críos menores de 14 años se hubieran puesto en fila, hubieran recibido uno al menos), son para los infantes y no para que algunos padres y jóvenes de secundaria y universidad muestren su fuerza y habilidad cogiéndolos en el aire. Que yo sepa con un balón para cada niño es suficiente y no hace falta, y fui testigo de ello, llevar como trofeos de caza, cinco o seis balones colgados en la mano, llevar bolsas enteras de balones, etc, etc.



Algo habrá que hacer, alguna zona cerrada habrá que idear para que los niños de 7 u 8 años no sean victimas de los saltos baloncentisticos de los mayores y de sus acrobacias en el aire, así podremos evitar lo que también observé, que dos críos terminen en el suelo al recibir el impacto de un chavalote que les triplicaba la edad y la estatura y que cayó a su lado y casi encima…¡esos sí!, con su balón en la mano.