Opinión

Un merecido homenaje

Llevo un año de concejal, mi primera nota de prensa, qué pena que sea para pedir perdón a una de mis mejores amigas. Tú y yo, que hemos compartido y celebrado tantas cosas buenas y malas de una parte y de otra. Y en este acto emblemático e histórico, donde el M. I. Ayuntamiento homenajeaba a tu padre, yo no estuve, lo siento amiga Ana Mª Esteban Díaz y familia. Claro, tú pensast que como yo estaba en el M. I. Ayuntamiento de Tudela, que de sobra lo sabía y no me invitaste; interpreto que pensabas que yo me lo callaba para darte una sorpresa. El Ayuntamiento anunció que el acto era sorpresa, pero fue más sorpresa que la programada. Yo sabía que se inauguraba el campo de hierba artificial de Santa Quiteria, pero no sabía que le hacían un homenaje a Fulgencio Esteban Cea, tu padre. Ya sé que en el momento del homenaje dejó de llover y me alegro, antes llovía porque el cielo hacía justicia y lloraban las nubes por mí. Supongo que con tu sentido común, que coincide con el de la mayoría de los ciudadanos, piensas que todo lo que se hace en el Ayuntamiento lo sabemos todos los concejales y además con el suficiente tiempo, pero tengo que decirte, aunque ya lo has comprobado, que te equivocas. Si yo hubiese sabido en la comisión correspondiente, que se hacía este acto a tu padre, habrían variado cuatro cosas:

1.- Que lo hubieseis sabido con más tiempo y así tu hermano que se encontraba de vacaciones, habría podido estar presente.

2.- Que la gente que tu madre echó en falta, contemporáneos de tu padre en esa lucha constante y tenaz por el fútbol, yo habría propuesto que hubiesen sido invitados.

3.- Que al final del acto, que aunque sencillo pero entrañable por lo menos para vosotros, se os hubiese ofrecido una pasta de té y un moscatel de la tierra, como en tantos otros actos se ofrece un buen aperitivo.