Opinión

Un merecido homenaje

El jueves pasado el ayuntamiento homenajeó a diez vecin@s en el centro cívico del barrio de Lourdes. Irene López , Luis Asarta, Rafael Salcedo, Teresa Sánchez, Julio Mazo, Javier Salcedo, Petruca Montero de Castro, Mercedes Martínez de Yuso, Pedro Miguel Sánchez, y Padre Lasa. Mi enhorabuena a estas diez personas y a tantas mujeres y hombres anónimos que han colaborado desinteresadamente a nuestro bienestar. Todas ellas merecen mi atención. En otros momentos, he dedicado cariño y palabras a Julito, P. Lasa, u otros. Hoy, deseo centrarme de manera especial en Irene López.

Sé que su humildad le hace sentir pudor por este renombre, pero su figura es determinante para la historia de la evolución de las mujeres de Tudela, y quizás desconocida para nuevas generaciones, y quiero contribuir a su conocimiento. Para entender su aportación, hay que recordar que en diversos lugares de España, se gestaron a finales de los años 50 del pasado siglo, embriones de lo que después serían los centros de cultura y promoción de la mujer, de origen vinculado a mujeres de Acción Católica. Irene fue impulsora de dichos centros cuando llegaron a Tudela, y tenaz en su mantenimiento. Hablamos de tiempos en los que la mujeres consideradas “amas de casa”, apenas disponían de espacios y tiempos distintos a los de las labores familiares y del hogar. En los centros se reunían, divertían, debatían, aprendían… Los centros de la mujer, cumplen hoy también un importante papel, pero entonces, quitando los grupos estrictamente feministas, prácticamente eran el único lugar donde las mujeres de su edad y características podían crecer personal y socialmente.

Por eso contribuí a que Irene aceptase el homenaje, y sentí una emoción especial cuando recibió su premio. Me hubiera conmovido haber sido invitada a entregar personalmente el premio a Irene, pero me consta que lo recibió de buenas manos y lo contemplé con satisfacción. Y, sobre todo, su nombre forma ya parte del conocimiento colectivo mediante el cual nos hacemos conscientes de que mejoramos cada día, gracias a la generosidad de personas como Irene.