Opinión

Un Gobierno para los suyos

Siempre consideré que un gobierno, ya fuera de España, de Navarra o de mi Ciudad, del signo político que fuera, era siempre mi gobierno. En Navarra, UPN gobierna a todos los navarros y navarras, ya sean militantes, simpatizantes o votantes de su partido o, como en mi caso y en el de más de la mitad de los navarros, que ni militamos ni votamos ni simpatizamos con ellos.

Ya no tengo la misma opinión. El actual Gobierno de Navarra no es mi Gobierno. Decidirá, ejecutará medidas que condicionarán mi vida, pero mientras algunas personas formen parte de ese Gobierno no lo respetaré. Porque no es de todos, soólo es de los suyos, de los militantes, simpatizantes y votantes de UPN.

En más de veinticinco años después de instaurarse la democracia, excepto en el periodo 2003-2007, en Corella siempre ha gobernado un ayuntamiento de derechas. Durante esos cuatro años en los que no mandaron los suyos, según la opinión de quien escribe, el Gobierno de Navarra nos hizo trampas. Algún turiferario de los que siempre tiene el poder tuvo la desvergüenza de decir públicamente más de una vez que “mientras estén estos rojos, a Corella ni agua”. Sólo nos dieron lo que por ley no podían negarnos.

Fueron cuatro años de un Gobierno de Navarra presidido por la misma persona que lo hace hoy, acompañado entonces y ahora en el gobierno por algún corellano más. Este gobierno nos puso zancadillas inimaginables, entre muchas, la que relato más adelante. Eso sí, las puertas abiertas de todas las consejerías del gobierno, pero también, las carteras cerradas de todas ellas.