Opinión

Tudela sigue perdiendo mucho dinero con UPN

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Los problemas del gobierno municipal de UPN con las piscinas públicas arrancan desde su inicio. Fue una obra que se encargó a una empresa y se acabó con otra, tras la ocupación municipal. Una obra que iba a costar 5,1 millones y acabó costando 5,8. Una obra que debía haberse acabado en 2004 y lo hizo en 2006. Una obra que dio origen a varios pleitos entre la empresa constructora y el Ayuntamiento.

Acabada la obra, volvieron a surgir problemas importantes con la empresa contratada para la gestión de su funcionamiento, debido al déficit que le generaba la explotación. La falta de acuerdo con el Ayuntamiento sobre la responsabilidad y la cuantía de la posible indemnización, dado que su contrato era "a riesgo y ventura", llevó a la empresa a recurrir a los Tribunales.

De los diversos pleitos planteados, acaba de resolverse uno de los más importantes, según el cual el Ayuntamiento debe indemnizar a la empresa con 445.000 euros, menos de los 675.000 de la sentencia anterior pero más de los 150.000 que el Ayuntamiento ofreció en su día a la empresa.

¿De quién es la responsabilidad de que los tudelanos debamos pagar ahora esa enorme cantidad, que habrá que sumar al déficit de 1,8 millones previsto para este año? Al margen de que la empresa gestionase mejor o peor aquella situación, la responsabilidad política es sin duda del Alcalde y del equipo de UPN, ya que se trata de un servicio público municipal que nos está saliendo cada vez más caro y al que no han sabido darle solución. La incompetencia de UPN, en éste como en otros muchos temas, se está traduciendo en importantes recortes de gasto en los diversos servicios municipales.

Según el grupo municipal socialista, la mala gestión de UPN en este tema se ha ido mostrando en las sucesivas fases del proceso:

1. Se proyectó un gran equipamiento deportivo sin haberlo fundamentado previamente en un riguroso Plan que estableciese las condiciones de su Viabilidad, definiendo qué volumen, características constructivas, tipos de actividades, modelo de gestión, usuarios potenciales y necesarios… eran los adecuados.

2. Los errores más graves del proyecto fueron dos: que se diseñaron unas instalaciones sin pensar en los costes de su mantenimiento (sobre todo energético), que está resultando muy caro, y que no se llevaron a cabo unas instalaciones polivalentes, con más y variados servicios, que fueran atractivas para los usuarios (no hay gimnasio, ni cafetería, ni otros deportes, ni aparcamiento). A ello se sumó la falta inicial de los chorros proyectados.

3. Cuando se comprobó que la empresa empezaba a tener un importante déficit, el Ayuntamiento no quiso reconocer que ese déficit era estructural, achacando los problemas a la mala gestión de la empresa y al “riesgo y ventura” de su contrato. Al no asumir su parte de responsabilidad, no procedió al arreglo inmediato de los chorros, ni quiso aceptar la renegociación del pliego de condiciones, ni ofreció una adecuada indemnización. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Navarra le hace pagar al Ayuntamiento, más bien a los tudelanos, aquel empecinamiento del Alcalde.

4. La prueba de que el déficit de las piscinas era estructural se confirmó más tarde, cuando el Ayuntamiento realizó un nuevo concurso de adjudicación de la gestión, en el que, además de haber arreglado los chorros, rebajó el canon de 75.000 a 12.000 euros anuales, complementado con unas actividades deportivas de ingreso seguro para la empresa. Aún así, sólo se presentó al concurso una empresa. Aún con esas mejoras en las condiciones, también esa empresa volvió a tener déficit y, aunque redujo personal, acabó rescindiendo el contrato con el Ayuntamiento.

5. En este momento, el Ayuntamiento ya ha asumido ese déficit estructural, contratando los servicios de las piscinas por una cantidad fija: 100.000 euros al trimestre, más gastos de energía y mantenimiento, lo que en términos anuales significaría más de 600.000 euros.

En este momento, después de 10 años (se proyectaron en el 2001), Tudela sigue sin contar con un buena oferta en las piscinas cubiertas, y muchas personas tienen que recurrir a las piscinas privadas o acudir a los pueblos vecinos. ¿Cómo es posible que las piscinas de Tudela sean las instalaciones más caras y ofrezcan el servicio más pobre de toda la Ribera? Por desgracia, es el resultado de la gestión municipal de UPN, que en todas las grandes obras que acomete nos demuestra una y otra vez su incompetencia. Y eso nos supone a los tudelanos gastar y perder mucho tiempo y dar una mala imagen.

El gobierno municipal de UPN debería asumir su responsabilidad y reconocer los errores y pedir disculpas a la ciudadanía, tendría que revisar el modelo de gestión, en lugar de dedicarse a echar la culpa a los demás. Hasta ahora se está limitando a salir del paso como puede y a poner paños calientes. Ni siquiera ha aceptado una mesa de trabajo con los grupos de la oposición, pedida varias veces por el PSN, para tratar de acordar los cambios y mejoras que se necesitan. Porque el problema de las piscinas no sólo no se ha solucionado, sino que ha ido a peor y la solución es cada vez más difícil.