Una de las cosas menos justificables de la política, es la incapacidad que solemos tener los seres humanos para reconocer los errores del partido que sentimos nuestro y por la misma, los aciertos del contrario.
Y así, cuando oyes hablar de esos puntos negros de Tudela que huelen a luto, no dejo de pensar por qué será tan difícil reconocer que Tudela está como nunca.
La Plaza Nueva, Herrerías, La Catedral, El puente Nuevo, La Ciudad Agroalimentaria, Las nuevas piscinas, la peatonalización del centro, la política de igualdad de la mujer...; uno tiene la sensación de que Tudela va a ser una de las nuevas ciudades pioneras y modernas de España, referentes de cómo se puede organizar una sociedad, ante los nuevos retos que va a suponer la globalización de la economía, la convivencia de las distintas culturas, los problemas energéticos y el cambio climático.
Tudela, aunque algunos quieran vestirla de luto, está imparable, creciendo en riqueza, en bienestar, en igualdad de oportunidades, y así un sin fin de proyectos que no es necesario enumerar, por que los sentimos, los disfrutamos y los vivimos ilusionados cada día.
Por ello, para aquellos que ponen punto negro sobre luz, mi respuesta es: Tudela está como nunca.
