Es muy duro tener que reconocer, que llevan tres años, sin conseguir ordenar un cura y que les faltan otros tres o cuatro, para ordenar uno y si hay suerte y no falla.
A Monseñor Juan José Omella, obispo de la Rioja, a la pregunta ¿Qué está pasando?
Reconoce, que las familias ya no rezan unidas y que se ha perdido la fe, y se vive de espaldas a la Iglesia, lo cual hace muy difícil que surjan vocaciones.
Por lo que se deduce que no es Dios quien llama a ser cura o monja, sino el lavado de cerebro que estos falsos pastores hacen y hacían, a su ganado borreguil.
Reconoce, que en el seminario de Burgos, pues el de Logroño han tenido que cerrarlo, sólo tienen a cuatro muchachos, en el seminario menor y otros cuatro en el mayor y, que tardarán otros tres años más para terminar, si termina uno de ellos, como sacerdote.
Las estadísticas de lo que se casan por lo católico dice bien a las claras, como van alejándose las parejas, de la falsa iglesia de Cristo, pues de 1200 bodas, 700 fueron por lo civil y 500 por la iglesia, cuando hace bien poco, sólo lo hacíamos por el falso matrimonio cristiano.
Y los divorcios, son mayoría, riéndose los fieles cristianos, de la anulación matrimonial, y del matrimonia para toda la vida, pues por cada cien divorcios, no existen ni tres anulaciones, los de la Rota se mueren de hambre, esperando casos.
Si todo esto no fuera suficiente, para que los obispos, se dieran cuenta de que algo están haciendo mal, siguen echando balones fuera y confían en sus rezos, para conseguir vocaciones, cosa que nunca les ha dado resultado, llevan dos mil años pidiendo la paz y cada vez hay mas guerras, o su dios es sordo o no los tiene en cuenta.
