Opinión

Trabas y promesas incumplidas

Buenos días hermanos cazadores, a nosotros que nos une durante el año la ilusión de la temporada extasiante, en la cual tengamos nuestros campos llenos de animales, y deseamos siempre interiormente que montes y planos, mantengan sus figuras primitivas, legados en el recuerdo de viejos lances de caza de padres y abuelos.

Esta ilusión se ve truncada, como siempre, en parte por la actitud insolidaria y partidista de algún funcionario o político que no comulga con el verdadero sentimiento de la caza. Yo cazo en la Ribera de Navarra, en el acotado Montes de Cierzo de Tudela, es un coto que siempre a lo largo de los últimos 50 años ha tenido una capacidad de cría importante en cuanto a las diferentes especies cinegéticas se refiere. Desde hace 5 años venimos observando un deterioro progresivo del acotado, la expansión industrial, la agricultura agresiva, la contínua desertización de nuestro monte.

Desde la Asociación de Cazadores se creó un proyecto para crear islas de refugio y cría para las perdices, proyecto que a los cazadores de Tudela nos costó mucho dinero. Fue diseñado por un biólogo de confianza, y avalado por técnicos del Gobierno de Navarra, que con satisfacción acogieron esta empresa.

A día de hoy, aún estamos esperando, que el Ayuntamiento nos ceda esos terrenos para evitar en la medida de lo posible que nuestra perdiz y liebre desaparezcan.

¿Dónde han quedado esas promesas electorales? para reducir el impacto medio ambiental, para tender una mano a los cazadores, que hasta ahora son los únicos que han demostrado ser ecologistas y defensores del entorno natural que les rodea, siempre con la mirada sabia de personas que conocen el medio.

¿Dónde están esos grupos ecologistas abanderados de las causas lejanas y muchas veces infranqueables? Habrá algo más satisfactorio que trabajar por lo que te rodea, y que puedes ver como ese trabajo da frutos.