Cuando escribo ya le han señalado y presentado oficialmente como si fuera el afortunado elegido para protagonizar un evento honroso y envidiable. Ya conocemos su elegante porte, su oscura belleza. Algunos, muchos, ya hemos grabado en nuestra mente su noble y digna mirada. Se llama Langosto y será el nada afortunado ni envidiable Toro de la Vega 2013.
En la mañana del próximo martes 17 de Septiembre este pobre animal será soltado por las calles de un pueblo maldito y una horda de personas que me cuesta reconocer como humanas lo conducirán a la vega, donde lo lancearán hasta la muerte en un agónico y cruel torneo que inexplicablemente pujan cada año por ganar.
Ante tan absurda y terrible demostración de gratuita barbarie, sumida en la impotencia que me invade cada mes de Septiembre, no ceso de preguntarme: qué clase de ser humano se jacta de haber dado la estocada mortal para alzarse con el título impasible ante tanto sufrimiento? Qué hombre que lo es se enorgullece de haber participado en el asedio y asesinato de un ser vivo sólo e indefenso, aterrorizado por el incomprensible ataque? Qué persona puede disfrutar del evento, defenderlo como si de un acto honorable o patrimonio cultural se tratara e identificarse con tanta vileza?
Contra la insistencia de su celebración ya somos miles los ciudadanos de todo el mundo que hemos alzado la voz para manifestar nuestro rechazo; las redes sociales se llenan de comentarios de perplejidad, indignación y profunda tristeza que claman por su abolición; y este año un hombre llamado Francisco, comprometido, digno, resuelto ha iniciado un peregrinaje de casi 800 kms para denunciar la falta de inmisericordia y de sentido común de ciudadan@s e instituciones que inconcebible e injustificadamente aún apoyan esta infamia. Porque somos seres humanos que defendemos una sociedad civilizada, justa y respetuosa, exigimos CLEMENCIA PARA LANGOSTO. BASTA YA!!
