Opinión

Todo se mueve

1.- Navarra es la clave para el proyecto estratégico del nacionalista vasco. El giro de EA (de no ir juntos con el PNV a las elecciones vascas), supone una radicalización, para atraerse a los independentistas para terroristas, que no podrán tener acceso electoral directo. En lo institucional, en Navarra se plantean seguir unidos para avanzar, pero no lo tienen fácil, al alejarse la posibilidad de acceder al poder foral, tienen discrepancias entre los dos partidos claves en como articular a NaEz.

El terrorismo de ETA, sigue matando cuando puede, dando así su apoyo “logístico” a los otros nacionalistas. Pero el desánimo es grande por la presión policial, y las dificultades de enfocar su táctica.

La extensión del vascuence es clave para su construcción nacional, es instrumento de ampliación cultural. La zonificación se la quieren cargar o agrandarla. Los puntos dados al euskera, en los baremos, a las plazas de funcionarios, es un elemento de discriminación para muchos jóvenes navarros. En Navarra el soporte cultural al euskera, es más amplio que el apoyo político, y NaEz lo quiere capitalizar.

2.- Es una mala noticia la ruptura del centro derecha en Navarra. Las responsabilidades las tienen compartidas todos los actores: UPN ha llevado la iniciativa, aparentemente sin valorar las consecuencias de abrir la Caja de Pandora. El PP no ha tenido ninguna cintura y se ha dejado presionar por los medios madrileños que han estado sobre el tema, presionando de forma muy sectaria, y dejando a Sanz a pie de los caballos.

El centro derecha navarro es perezoso en el terreno de las ideas, ni a UPN ni a PPN les ha gustado hasta la fecha dar la batalla de las ideas, sobre todo a las ideas del centro izquierda, pues sólo ven el mundo bajo la dicotomía constitucionalistas / nacionalistas. Ahora que UPN necesita contar más con el PSN, las ideas las van a meter más al congelador.

Para afirmarse a corto plazo, se pondrán muy sectarios, los unos contra los otros, UPN / PPN. A corto UPN es el fuerte, el que cuenta con una base militante consolidada, poco formada, y con unos cuadros intermedios que han perdido la frescura participativa de la UPN antigua. Hoy se asemejan al resto de las castas políticas que llevan años en el poder. El PPN irá cogiendo fuerza, sobre todo en las elecciones de carácter general, a muy corto, pero en las autonómicas y municipales, les va a costar sangre, sudor y lágrimas, conseguir unos resultados aceptables. Pero juega a su favor, el largo plazo, por su implantación general, no localista, que es más atractiva para muchos en un mundo globalizado.

Deseamos que los del CDN encuentren / mantengan en este nuevo escenario, su sitio. No es desbaratado que concluyan su periplo, con la vuelta a la casa del padre, ya que ayudarían a simplificar las cosas, pues no parece que haya espacio para tres partidos, en el centro derecha navarro. Tampoco podemos descartar que si el PPN desarrollara más fuerza de la esperada, impedirá que UPN se acerque demasiado al PSN, eso sí, estando siempre solícito a prestar apoyos postelectorales a UPN.

3.- Siendo el PSN el gran beneficiado de la nueva situación, a ellos también les afecta de manera directa, y les obliga a centrarse y a disputar, parte del espacio electoral que tiene el centro derecha y que antes les votaba a ellos. Así podrían intentar resolver su contradicción, entre elecciones generales con mucho voto PSOE, y las todavía pequeñas votaciones autonómicas / locales del PSN.

Para ello debe abandonar el querer ser la centralidad abstracta. El PSN puede jugar a no descartar la posibilidad teórica de entenderse con los de NaEz, si las condiciones generales lo permitiesen, y así mantener permanente la amenaza a UPN. Pero la consolidación estratégica del PSN, pasa por centrarse y cortar amarras tanto con el sector del PSE, que es más propicio a pactar con los terroristas, e incluso con el sector del PSOE, que no descartaría volver a intentar la negociación política con el terrorismo, en un momento más propicio. El PSN debe dar garantías a su electorado navarro, después del ridículo de agosto de 2007.

4.- Existe mucho riesgo de que tanto PSN como UPN, abandonen la disputa del famoso 30% de voto nacionalista en Navarra. A los nacionalistas también les influye la actual sociedad abierta, que les dificulta el día a día de su acción política, no tienen fácil articular una coalición de partidos, e incorporar a la vez movimientos de base, sobre todo si tienen por delante años de oposición. Sería un error pensar que tienen todo bien amarrado, y por ello deberían construir tanto UPN / PSN modelos alternativos: donde planteen la vida, enjuicien los acontecimientos sociales, defiendan posiciones culturales, que sean alternativas a las tesis nacionalistas, en Navarra. No deben renunciar a la discusión ideológica, ya que sólo planteando políticas, podrán conseguir que disminuyan los nacionalistas en sus apoyos.

La mayoría queremos que Navarra esté integrada en la España constitucional y europea. No queremos fomentar el sectarismo, y por ello a medio plazo tanto el centro derecha y centro izquierda en Navarra, deberán colaborar más. En cualquier caso la complicación de la acción política en nuestra tierra, está servida.